La edad de las sedimentitas aflorantes en la Cordillera
del Viento puede ser también estimada a partir de escasos
restos de invertebrados marinos y algunas improntas vegetales.
En este sentido Zöllner y Amos (1955) han citado la
presencia de Spirifer, Carbonicola y Chonetes entre otros
invertebrados, acompañados por ejemplares de Lepidodendron y Rhacopteris. La flora citada ha sido
revisada por Archangelsky y Arrondo (1966) quienes efectuaron
consideraciones acerca de la edad y ubicación
taxonómica de algunos ejemplares. La información
paleontológica sugiere una edad carbonífera para las rocas
portadoras (Formación Huaraco), siendo imposible al presente
alcanzar mayor exactitud sobre la antigüedad de la
unidad (Zöllner y Amos, 1955, 1973; Archangelsky y
Arrondo, 1966; Azcuy et al., 1987).
SECTOR CENTRAL
El área tipo se ubica en el Cordón de la
Piedra Santa (39°20'S-70°40'O, provincia de
Neuquén), con afloramientos menores al este, en el
Cerro Trapial Mahuida, y al oeste, en la cuesta de
Rahue. Las rocas de este último sector están
también incluidas en la denominada Serie Metamórfica
de Rahue-Ñorquinco -Rucachoroi, que Vattuone de
Ponti (1988) describió como un complejo metamórfico
de baja P/T que se extiende hacia el noroeste en
forma saltuaria. Directamente al oeste del área tipo de
la Formación Piedra Santa, la misma autora señaló
la existencia de otra serie metamórfica denominada
Serie del Quillén, la cual incluye metabasitas
de baja P/T. Todas estas unidades fueron, en principio,
incorporadas dentro de la Formación Colohuincul,
si bien Digregorio (1972) discriminó a la Formación
Piedra Santa como una unidad más joven, asignándole
edad devónica por similitud litológica con formaciones
sedimentarias aflorantes al norte, datadas
bioestratigráficamente. Se propone aquí el término
Complejo Piedra Santa para denominar a todo este
conjunto de rocas metamórficas, analizando en conjunto
la integración de esta unidad dentro del basamento
de la región.
Dentro del Complejo Piedra Santa se incluyen
todos los afloramientos metamórficos expuestos entre
el área del Cordón de la Piedra Santa hacia el este,
hasta la región de Aluminé, en el área andina.
Se trata de un conjunto principalmente
metasedimentario con intercalaciones menores
de metavulcanitas. Los afloramientos muestran un
incremento en el grado metamórfico desde el este
hacia el oeste. En el sector más oriental (Cordón de la
Piedra Santa, Cerro Trapial Mahuida y Cuesta de
Rahue) aparecen metapelitas con clorita, biotita, granate
y andalucita, con un grado bajo a medio de
metamorfismo regional dentro de la facies de esquistos
verdes (Franzese, 1993a). Hacia el noroeste se observa
el pasaje de esquistos a gneises peliticos que van
desde la asociación biotita+granate+andalucita
+estaurolita hasta andalucita+cordierita+sillimanita,
alcanzando un grado alto en asociación con migmatitas
(Vattuone de Ponti, 1988).
Intercaladas entre las
metapelitas se ha documentado la presencia de
metabasitas derivadas de andesitas y basaltos
(Vattuone de Ponti, 1990).
Estudios mineralógicos y microtexturales definen
este metamorfismo como un episodio de baja a intermedia
P/T, con una zona continua de andalucita
desde el grado medio hasta el alto. Las condiciones
máximas de presión han sido estimadas en 3,5 Kbar
con temperaturas entre 550 y 700°C (Franzese,
1992; Vattuone de Ponti, 1990).
La secuencia metamórfica está localmente
intruida por granitoides que han desarrollado aureolas
de metamorfismo de contacto con esquistos
nodulosos y 'hornfels'. Esta circunstancia es claramente
visible en el Cordón de la Piedra Santa, donde
se observa una zonación con muscovita, biotita,
cordierita y andalucita relacionada a la intrusión de
granitos porfiroides biotíticos (Franzese, 1992).
En
el sector más occidental, se ha citado la presencia de
sillimanita (Vattuone de Ponti, 1990). En ese sector,
los cuerpos intrusivos son difíciles de identificar,
pero hacia el este afloran extensamente, especialmente
en el cerro Chachil donde conforman
una unidad de dimensiones batolíticas, de carácter
calcoalcalino, definida como Complejo Plutónico
Chachil (Leanza, 1990).
Desde el punto de vista estructural, el Complejo
Piedra Santa puede definirse como una unidad
poli deformada. En el Cordón de la Piedra Santa se
ha descrito la acción de cinco episodios principales
de deformación (Franzese, 1993b); los tres primeros
son de carácter plegante, generados por cizalla
dúctil y contemporáneos con el metamorfismo regional;
el cuarto es de carácter semifrágil con desarrollo
de bandas 'kink' posteriores a las intrusiones graníticas;
el último episodio se vincula con un amplio plegamiento debido a la acción de fallas transcurrentes
activas durante el Mesozoico y Cenozoico.
El segundo episodio es el de mayor penetratividad y
generó la esquistosidad principal de las metamorfitas
(Franzese, 1993b). La deformación sinmetamórfica
habría sido provocada por una cizalla no coaxial
progresiva vinculada con un fuerte engrosamiento
cortical, interpretada en el marco de un sistema de
corrimientos dúctiles (Franzese, 1993b). La escasa
magnitud y continuidad espacial de los afloramientos
del sector más occidental impiden el estudio detallado
de las estructuras vinculadas a las rocas de más
alto grado metamórfico.
Edades K-Ar sobre fracción fina (2 micrones) en roca
total tomadas sobre esquistos del área más oriental
han proporcionado resultados que cubren un lapso
que va desde el Devónico medio al Carbonífero
tardío. El evento regional ha sido datado
con las edades más antiguas (372, 329 y 311 Ma) y
el metamorfismo de contacto registra, con gran coincidencia,
una edad de 299 Ma, la cual se corresponde
con la intrusión de los cuerpos graníticos del
Complejo Plutónico Chachil. La edad de este último
no ha sido estudiada con detalle. Los únicos datos
geocronológicos conocidos corresponden a una edad
K-Ar en biotita de 281±4 Ma en pórfidos tonalíticos
(Sillitoe, 1977) y a una isócrona Rb-Sr de 285±5 Ma
sobre granodioritas y dioritas (Verela et al., 1994).
Otro cuerpo correlacionable con este complejo aflora
en el cerro Granito, 90 km al este del área aquí
considerada, datado con edades K-Ar de 291±20 Ma
y 310±20 Ma (Stipanicic y Linares, 1969). De acuerdo
a ésto, los procesos magmáticos aquí considerados
quedarían enmarcados entre el Carbonífero Superior
y el Pérmico Inferior. |