MAGMATISMO GONDWANICO EN LA CORDILLERA FRONTAL, CORDILLERA PRINCIPAL, PRECORDILLERA, Y CUENCA NEUQUINA DE LAS PROVINCIAS DE CATAMARCA, LA RIOJA, SAN JUAN, MENDOZA Y NEUQUEN

PROVINCIA DE CATAMARCA

 

CATAMARCA

 

Sector Paso San Francisco

Formación Pantanoso
Mercado (1982) definió esta unidad en Chile, donde se localizan los afloramientos más extensos. En la zona de Paso de San Francisco aflora en el centro-oeste, al suroeste del cerro Cóndor, muy próximo al limite con Chile, a los 26°42´ S y 69° 24´O.
Es una secuencia esencialmente volcánica constituida por riolitas y riodacitas a veces fluidales y tobas riolíticas rojas ricas en ojos de cuarzo. Se presenta con estratificación gruesa a masiva, con escasas intercalaciones de areniscas epiclásticas cogenéticas con pórfidos riolíticos a dacíticos rojos con abundantes ojos de cuarzo. Gardeweg et al. (1997) le asignaron a esta unidad una edad de 228±5 Ma (K/Ar sobre biotita).

Sector Fiambalá
Se reconoce un magmatismo de edad neopaleozoica, equivalente al Grupo Choiyoi, o a la Formación Pantanoso en territorio chileno (Mercado, 1982).
Este episodio magmático presenta manifestaciones volcánicas y piroclásticas (Formación El Cuerno) y plutónicas (Granitoides Sierra Pintada y Vidal Gormaz).

Formación El Cuerno
González Díaz (1971a) denominó como Formación El Cuerno un conjunto de rocas volcánicas ácidas y mesosilícicas que afloran en el filo homónimo, en la zona de Quemadito, al sur de la quebrada del río Cazadero Grande. Koukharsky (1969) describió secuencias de rocas similares en la localidad de Tres Quebradas.
Esta unidad conforma un extenso bloque entre las lagunas Tres Quebradas y Verde y el Valle Ancho, compuesto por secuencias volcanosedimentarias y por volcanitas ácidas a mesosilícicas, cubierto en parte por volcanitas cenozoicas constituyendo así el basamento sobre el que se desarrolló el centro volcánico cenozoico de Los Patos.
La unidad está compuesta por lavas, ignimbritas, tobas, brechas y pórfidos riolíticos, dacíticos y, en menor proporción, andesíticos. Muestra en su conjunto un aspecto macizo a pobremente estratificado, con colores abigarrados rojizos y amarillentos.
En la comarca de Tres Quebradas, Koukharsky (1969) identificó dos miembros, el inferior, de 500 m de espesor, constituido por aglomerados y tobas andesíticas alteradas y el superior integrado por bancos de tobas, ignimbritas, vitrófiros y lavas de composición riolítica a dacítica, de aproximadamente 1300 m de espesor. En esta misma zona, al sur del cerro Los Patos, se reconocieron aglomerados andesíticos con matriz tobácea cristalino-lítica; su color varía entre gris verdoso, gris pardusco y verde grisáceo, contiene gran densidad de clastos de andesitas con diferentes grados de propilitización, cuyos tamaños están comprendidos entre 2 y 30 cm, para los distintos bancos.
González Díaz (1971 a y b) describió, en el borde occidental de la salina de la laguna Verde, una secuencia de aglomerados, conglomerados, areniscas, dacitas y brechas volcánicas con las que se asocian rocas hipabisales riolíticas. En la comarca de la laguna Verde, la asociación de dacitas y riolitas está afectada por alteración propilítica con formación de epidoto, clorita, carbonatos y anfíboles en parte muy oxidados. Las ignimbritas dacíticas presentan textura fluidal a eutaxítica y están compuestas por vidrio, cristales y fragmentos pumíceos desvitrificados. En tanto las lavas son macizas, de textura porfírica, con fenocristales de plagioclasa, piroxeno y anfíbol. Los niveles lávicos corresponden en su mayoría a riolitas de colores amarillentos, pardo rosados y grisáceos, poco porfíricas, macizas a fluidales.
Niveles ignimbríticos de composición riolítica con variado grado de soldamiento constituyen una de las variedades dominantes. En la zona de Quemadito, en la margen derecha de la quebrada del río Cazadero Grande, se reconocieron coladas de riolitas esferulíticas compuestas por feldespato potásico y cuarzo.
La Formación El Cuerno cubre, en discordancia angular, las sedimentitas neopaleozoicas y está atravesada por numerosos diques y filones capa de pórfidos riolíticos de color rosado a pardo y de andesitas alteradas, de hasta 2 m de espesor. A su vez está cubierta en discordancia erosiva por sedimentitas clásticas de edad paleógena.
Dataciones por el método 40Ar/39Ar en biotita, sobre muestras provenientes de territorio chileno, al oeste del volcán Tres Quebradas, indican edades pérmicas, con valores de 264 ± 5 Ma y 267 ± 5 Ma (Mpodozis et al., 1998). Se considera equivalente al Grupo Choiyoi.

 

PROVINCIA DE LA RIOJA

 

LA RIOJA

 

A

 

 

B

Sector Nevado de los Tambillos, Cordillera del Cajón de la Brea, Filo de la Vicuñita, Cordillera de Santa Rosita ( 28°59´ S-69°19´O a 27° 50´S-69°42´O
Afloramientos del Grupo Choiyoi y Formación Carnerito que son equivalentes.

 

Sector Laguna Brava, Sierra del Peñón, Planchadas del Hombre Muerto
Formación Carnerito
Granito, granodiorita; pórfidos riolíticos y riodacíticos
Esta unidad ha sido definida formalmente por Marcos et al. (1971) para describir un conjunto de rocas graníticas y porfíricas asociadas. Estas rocas fueron además descriptas y datadas por Caminos (1972).
Asoman como cuerpos aislados de dimensiones moderadas, integrando una faja de dirección NESO.
Intruyen a las sedimentitas carboníferas de la sierra del Peñón, de los cerritos Veladeritos y de la vertiente oriental del cerro Fandango.
Esta faja continúa hacia el norte con las mismas relaciones en el cerro Morado y en las quebradas de Peña Negra y La Hediondita. La facies porfírica aparece en cuerpos intrusivos de grandes proporciones, el más destacado es el cerro Fandango.
Se la observa también como diques de 20 a 40 m de espesor cortando a los cuerpos graníticos o a las sedimentitas carboníferas.
Según Caminos (1972), estas rocas graníticas y porfíricas asociadas representan los afloramientos más septentrionales del batolito de la Cordillera Frontal.
Tienen una composición exclusivamente granítica y condiciones de emplazamiento epizonales. Son rocas rosado pálidas, leucocráticas, con variaciones texturales desde microgranitos equigranulares a granitos de grano grueso y aspecto pegmatoideo; presentan estructuras miarolíticas. El feldespato potásico, pertítico, se encuentra por lo general caolinizado; la plagioclasa, en menor cantidad y más fresca, es oligo-albita; la biotita, escasa, se halla en cristales pequeños reemplazados por clorita. La roca no tiene señales de cataclasis.
Los pórfidos riolíticos a riodacíticos son de color pardo rojizo con tonos lilas y violáceos, tienen fenocristales idiomorfos de ortosa, plagioclasa y cuarzo inmersos en una pasta cuarzo-feldespática a menudo con textura gráfica.
Dos edades radimétricas K/Ar de muestras de granitos del cerro Come Caballos dieron cifras de 224±14 Ma y 233±12 Ma (Caminos, 1972). Éstas indican una edad triásica media a superior temprana para estos cuerpos. Tambien se dató un granito del extremo sur de la sierra del Peñón. La datación K/Ar sobre biotita arrojó un valor de 271±9 Ma, correspondiente al Pérmico inferior. Se considera, por lo tanto, que esta unidad corresponde al momento de mayor actividad del magmatismo gondwánico, durante el Pérmico-Triásico.


Formación Río Tendal
Pórfidos riolíticos y dacíticos
Esta denominación formacional fue introducida por Faroux (1969) para designar al conjunto de pórfidos y brechas que aparecen en las inmediaciones de la quebrada del río Tendal. La descripción de Maisonave (1979) puede considerarse el principal antecedente.
La unidad está constituida por un conjunto de filones y brechas, de composiciones dacítica, riodacítica y riolítica. Las rocas son de textura porfírica y color gris verdoso en fractura fresca; cuando se presentan alteradas (silicificadas y piritizadas) poseen color blanco.
Las rocas se emplazan, en la mayoría de los casos, como filones de hasta 450 m de longitud y 10 m de potencia. En algunos sectores aparecen como stocks, también de textura porfírica, de hasta 200 m de longitud diametral y en otros como diques. En la mayoría de los casos intruyen a sedimentitas del Carbonífero superior y son, a su vez, intruidos por diques basálticos atribuidos a la Formación Vaquerano. Maisonave (1979) observó, en la quebrada Cienaguita (un afluente por margen izquierda del río Cuminchango), filones de la Formación Río Tendal afectando a pórfidos andesíticos de la Formación Punta del Agua.
Esta unidad puede considerarse como una expresión subvolcánica marginal del evento magmático del ámbito de la Cordillera Frontal, por una asociación bimodal de rocas ígneas, por lo que se le asigna una edad triásica inferior.

Formación Vaquerano
Pórfidos basálticos y sieníticos
Maisonave (1973) introdujo esta designación para agrupar un conjunto de diques y filones basálticos y sieníticos. El trabajo del mismo autor, en 1979, constituye el principal antecedente.
Los afloramientos se agrupan en el ámbito de Precordillera-Sierras Pampeanas Occidentales y Sistema de Famatina. Individualmente son de reducida extensión areal y de forma elongada en sentido N a NO. En conjunto, suelen alinearse en esas mismas direcciones, lo que induce a pensar en algún tipo de control estructural durante el emplazamiento.
La variedad litológica más abundante es un basalto olivínico de carácter porfírico, dentro del que se distinguen cristales subhedrales de olivina, a veces serpentinizada, inmersa en una pasta con microlitos de suborientados de plagioclasa. Los pórfidos sieníticos, subordinados en proporción, presentan textura granular bostonítica, determinada por cristales de feldespato potásico, dispuestos de manera subparalela, con feldespatoide intersticial. Las rocas se emplazan como diques y filones, generando en algunos casos aureolas de metamorfismo de contacto en las rocas sedimentarias encajantes. Alcanzan espesores de 15 m, en el caso de los basálticos y de 170 m en el caso de los sieníticos.
Estas rocas se encajan en sedimentitas y rocas ígneas de edad carbonífero-pérmica y dentro de rocas más antiguas, correspondientes en la mayoría de los casos a las formaciones Ñuñorco, Espinal y Suri. En las nacientes de la quebrada Cuminchango se ha constatado que los filones basálticos de esta unidad cortan o afectan a filones riolíticos de la Formación Río Tendal.
Teniendo en cuenta las relaciones estratigráficas y considerando a esta formación como un equivalente distal del miembro basáltico del magmatismo bimodal de edad triásica registrado en el ámbito de la Cordillera Frontal, más al oeste, se asigna a esta unidad una edad comprendida entre el Triásico medio y el Triásico superior.
Toselli y Durand (1996) describieron a estas rocas junto a otras basálticas aflorantes al SE de la sierra de Vilgo y en la zona de cerro Negro, al sur del campo de Talampaya, en ambos casos al sur del área de estudio.
Thompson y Mitchell (1972) obtuvieron edades que oscilan entre 228±5 Ma y 302±6 Ma para la primera localidad y de 225±26 Ma y 223±4 Ma para la segunda, por el método K/Ar.

 

PROVINCIA DE SAN JUAN

 

SAN JUAN

 

 

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Esquema geocronologico del magmatismo Gondwanico

 

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Sector de Malimán, Cordón de la Ortiga, Nevado de Conconta, Cordón de Colanguil

GRUPO CHOIYOI
Los antecedentes más antiguos referentes a la existencia de pórfidos cuarcíferos en la Cordillera Frontal se remontan a Stelzner (1885). Groeber (1918) denominó Serie Porfirítica Supratriásica a este conjunto, al que luego modificó por el de Choiyoilitense (Groeber, 1946, 1947). Esta unidad fue denominada Formación Choiyoi por Rolleri y Criado Roque (1969), en tanto que Yrigoyen (1972) la elevó a la categoría de Grupo.
Los afloramientos del Grupo Choiyoi se extienden en las partes altas del cordón de Colangüil, entre la quebrada de Conconta y el arroyo Tres Quebradas, y en la cordillera de La Ortiga, desde el arroyo de Los Despoblados hacia el norte.

Según Llambías et al. (1990 b), en el cordón de Colangüil el Grupo Choiyoi está integrado por dos secciones:
una inferior sedimentaria y una sección superior constituida predominantemente por ignimbritas andesíticas a dacíticas. El pasaje entre ambas secciones es transicional.

En general la sección inferior falta y las ignimbritas se asientan en forma discordante sobre las unidades más antiguas
La sección sedimentaria aflora entre las quebradas de Mondaca y Conconta. El espesor en estas localidades es de 200 m mientras que en la quebrada de Romo es de 300 metros.
En la zona de Malimán, la sección inferior se ha observado en las nacientes de los arroyos Colangüil y Los Puentes. La secuencia se inicia con un conglomerado, en parte brechoso, altamente resistente a la erosión, constituido por clastos de hasta 20 cm de diámetro y matriz arenosa. Los clastos, subredondeados a subangulosos, están compuestos por areniscas, andesitas y cuarzo lechoso. La serie continúa con areniscas cuarzo feldespáticas de grano mediano a grueso hasta sabulíticos, de color gris claro, con intercalaciones conglomerádicas similares a las descriptas. En ellas se han hallado restos de vegetales muy mal conservados. Localmente contienen intercalaciones de bancos pelíticos oscuros.
Hacia arriba siguen aglomerados volcánicos con abundantes clastos de andesitas alteradas. Esta zona de transición hacia los mantos ignimbríticos andesíticos es del orden de los 100 m e indican el comienzo de la fase eruptiva.

La sección superior es la más extensa y de mayor espesor. Está constituida principalmente por ignimbritas andesíticas a dacíticas. Predominan los aglomerados en los niveles inferiores. Se han medido hasta 400 m en el arroyo Colangüil. En general son de color gris verdoso oscuro, están compuestas por cristales de plagioclasa y anfíboles (escaso piroxeno) y frecuentemente tienen alteración propilítica.  El espesor del Grupo Choiyoi en el arroyo Colangüil y en Los Cogotes es de 500 metros
En el río Valle del Cura, el Grupo Choiyoi se expone en ambas márgenes, desde Jagüelito hasta más al norte de El Codo del Río (arroyo La Barrancosa). También aflora al norte del arroyo de Los Despoblados.

En el río de Las Taguas, Nullo y Marín (1990) describieron al Grupo Choiyoi constituido por una asociación de rocas volcánicas, piroclásticas y sedimentarias clásticas intercaladas. En general, su composición varía entre riolítica y andesítica. Esta unidad asoma en ambos flancos de la cordillera de La Ortiga culminando al sur de la misma con una estructura plegada y fallada.
En las nacientes de los arroyos Los Amarillos y Guanaco Zonzo se hallan ignimbritas de composición riolítica a riodacítica. También se extiende al norte del cerro El Toro, en la margen occidental del río de La Sal y en la quebrada de La Ortiga. En este sector las ignimbritas presentan signos de metamorfismo de contacto producto de la intrusión de cuerpos de la Superunidad Ingaguás. Al sur del arroyo de Los Despoblados las vulcanitas pérmico-triásicas solo afloran en los arroyos Los Bañitos y Río Frío. Se trata de pequeños cuerpos no mapeables a la escala de la Hoja que subyacen a las vulcanitas terciarias y se han identificado mediante dataciones absolutas. Están compuestos por riolitas, aglomerados volcánicos e ignimbritas riodacíticas a riolíticas.
La relación estratigráfica en el techo es discordante con la Formación Doña Ana o con la Formación Río de La Sal y hacia la base es discordante con la Superunidad Ingaguás. La relación del Grupo Choiyoi con la Formación Agua Negra es de discordancia angular.
Como la sección inferior sedimentaria generalmente falta, las ignimbritas de la sección superior yacen directamente sobre las sedimentitas carbonífero-pérmicas.
Según Llambías et al. (1990 b), la Granodiorita Las Piedritas intruye a los estratos basales del Grupo Choiyoi.

Shaw et al. (1990) obtuvieron para las ignimbritas y rocas asociadas una isocrona Rb/Sr de 256,2 ± 2 Ma (Pérmico superior), en tanto que se realizó una datación en rocas de la margen izquierda del río de Las Taguas, que dio como resultado un valor de 225 ± 10 Ma (Triásico medio a superior). El Grupo Choiyoi se puede correlacionar con la Formación Pastos Blancos de Chile (Thiele, 1964), de edad paleozoica superior a triásica inferior.

BATOLITO DE COLANGÜIL

Los afloramientos de rocas ígneas neopaleozoicas – eomesozoicas se extienden en el borde oriental de los cordones de Olivares y Colangüil e integran el denominado batolito de Colangüil. Llambías y Malvicini (1966) consideraron, en la Cordillera Frontal, dos áreas de rocas graníticas bien definidas, las cuales ya habían sido determinadas por ngelelli (1944): a) Área granítica oriental, que se extiende desde 4 km al norte del río Castaño hasta la quebrada de Tocota y b) Área granítica occidental, que se halla desde la cordillera de Olivares hasta más al norte de la quebrada de Conconta.
En términos generales, en los plutones del batolito de Colangüil se observa una zonación centrípeta, con los cuerpos intrusivos de edad más moderna hacia el centro. Está compuesto por tonalitas, granodioritas, granitos y microgranitos rosados (Rodríguez Fernández et al., 1996). La composición predominante es granodiorítica. Llambías y Sato (1990) establecieron porcentajes del 60,7% de rocas granodioríticas y un 39,3 % de rocas graníticas y sostienen que presentan similitudes con los intrusivos neopaleozoicos de las provincias Cuyano - Norpatagónica. Los cuerpos que componen el batolito de Colangüil, de sur a norte, son los siguientes:
plutones Tocota, Chita, Agua Negra, Agua Blanca, Romo y Conconta.

Llambías y Sato (1990) diferenciaron también el plutón Los Leones, cuyos afloramientos están localizados en la quebrada de
Bauchaceta. Existen otros afloramientos en la zona de La Majadita. Los cuerpos plutónicos en general tienen forma alargada en sentido
meridiano, con excepción de los cuerpos de Chita y Agua Negra que tienen rumbo NO y del plutón de Agua Blanca que tiene forma irregular. Las dimensiones de los cuerpos van de 4 a 30 km de longitud y 2 a 10 km de ancho.
Los afloramientos del plutón Tocota se extienden desde el río Castaño al sur hasta la quebrada de Bauchaceta al norte. El plutón Chita está localizado en la quebrada homónima, en su curso medio a superior, mientras que en la quebrada de Agua Negra aflora el plutón del mismo nombre. Entre las quebradas La Pancha y Agua Blanca, Castro (1991) ha diferenciado tentativamente las siguientes unidades plutónicas de edad permo-triásica:
Granodiorita Romo, Granito Conconta y Granito Agua Blanca. Los afloramientos de rocas ígneas intrusivas se extienden más al norte en los denominados Granito Los Puentes, Granodiorita Las Pircas y Granodiorita Las Piedritas, entre otros.
Otros afloramientos de rocas granitoides neopaleozoicas se distribuyen próximos al límite con Chile, al oeste del valle de Los Patos Norte (plutón Los Patos). Estos corresponden a la denominada Super unidad Ingaguás (Mpodozis y Cornejo, 1988) en el territorio chileno. A su vez, son similares a los intrusivos que conforman el batolito de Colangüil.
Las rocas ígneas del batolito de Colangüil intruyen a las sedimentitas carboníferas. En la quebrada de Romo, según Llambías et al. (1990), la base sedimentaria del Grupo Choiyoi está intruida por un plutón de granodiorita perteneciente a la Granodiorita Las Piedritas. En la quebrada de Chita se observa una relación discordante del Grupo Choiyoi con rocas graníticas neopaleozoicas. El plutón Los Patos intruye rocas volcaniclásticas del Grupo Choiyoi.
La edad del batolito de Colangüil, según dataciones Rb/Sr realizadas por Linares y Llambías (1974), Sato y Kawashita (1988) y Shaw et al.
(1990), está comprendida entre los 264 y 247 Ma.
Son numerosos los diques relacionados con los granitoides del batolito de Colangüil. Los espesores varían entre centímetros y más de 50 m, predominando espesores métricos. El rumbo predominante es N- S con buzamiento subvertical. Se extienden hasta 20 km de longitud. En general son pórfidos graníticos y riolíticos. En menor proporción se encuentran pórfidos andesíticos y dioríticos.

Granitoides Tocota
Tonalitas, granitos, granodioritas y microgranitos
El plutón más meridional del batolito de Colangüil es el plutón Tocota. Según Rodríguez Fernández et al. (1996), representa un plutón
plurifacial y plurintrusivo alargado en dirección NS y constituido por tres grupos litológicos diferentes. Estos corresponden a tres pulsos intrusivos sucesivos, que a grandes rasgos confieren al conjunto batolítico una zonación irregular centrípeta, con las facies más básicas y cronológicamente más antiguas ocupando las partes externas. En función de las relaciones de intrusión, se pueden diferenciar, de más antigua a más moderna, las siguientes unidades plutónicas: Tonalita del Leoncito, Granito de la Fragüita y Microgranitos rosados, además de un conjunto de diques y filones relacionados. Todos los grupos litológicos presentan como rasgos comunes la ausencia casi absoluta de fábricas deformativas penetrativas, estando solo afectados
por las fallas andinas, hecho que sugiere que sus emplazamientos tuvieron lugar en condiciones permitidas, al final de la orogénesis Gondwánica (Fase Sanrafaélica) bajo un régimen de deformación
postorogénico extensional.
La Tonalita del Leoncito es un conjunto de dioritas, granodioritas y tonalitas que constituyen las rocas más antiguas del batolito y se disponen en las periferias del mismo. Presentan procesos de alteración (propilítica y potásica generalmente) y en todos los casos intruyen con carácter neto a las rocas sedimentarias de la Formación Agua Negra. La presencia de enclaves más básicos sugiere procesos de mezcla imperfecta de magmas y un carácter híbrido de los líquidos a partir de los cuales cristalizaron estas rocas.

El Granito de la Fragüita intruye en las rocas de la Tonalita del Leoncito en contacto con las cuales presenta un borde de enfriamiento de 100 a 150 m de espesor. También presenta enclaves microgranudos semejantes a los descritos en el caso anterior.
Los Microgranitos rosados son un conjunto de cuerpos de geometría lacolítica, de dimensiones variables (entre 10 m a más de 1 km ) y diques que intruyen a las rocas descritas anteriormente y a las sedimentitas paleozoicas. Son rocas de grano muy fino, color rosado, con menos del 5 % de melanocratos y abundancia de cavidades miarolíticas rellenas de turmalina, cuarzo y feldespato. Los rasgos
descritos representan un magma residual muy diferenciado y saturado en agua.
La edad de las rocas que conforman el plutón Tocota ha sido establecida por Linares y Llambías (1974) en la quebrada de Tocota en 283 ± 15 Ma.
Una datación K/Ar realizada por el INGEIS durante el levantamiento de la hoja Castaño Viejo en el Granito de la Fragüita arrojó una edad de 299 ± 10 Ma.


Granitoides Los Patos
Granitos y granodioritas
Los afloramientos de granitoides que afloran en el cordón del límite, al O del valle de Los Patos Norte, son la continuidad en el territorio argentino de las unidades Los Carricitos (Nasi et al., 1985) y El León (Mpodozis y Cornejo,1988) en el territorio chileno, integrantes de la Superunidad Ingaguás. La Unidad Los Carricitos es un conjunto de granodioritas leucocráticas de biotita, de grano medio y color gris claro. Posee escasos xenolitos e inclusiones básicas. La Unidad El León constituye un grupo homogéneo de monzogranitos y sienogranitos leucocráticos de grano medio y colores rosados. La Unidad Los Carricitos es más antigua que la Unidad El León (200 ± 10 y 192 ± 11 Ma, respectivamente).

Granodiorita Romo
Granodioritas
La Granodiorita Romo aflora en el tramo central de la quebrada homónima y al oeste del Granito Conconta, ocupando una extensión de más de 14 km2. Es una granodiorita gris rosado a verdosa compuesta por un 28% de cuarzo, 49% de feldespato potásico y biotita, hornblenda y piroxeno en menor proporción. Contiene inclusiones más básicas que según Quartino y Zardini (1967) se interpretan como autolitos o inclusiones comagmáticas en estados anteriores a la diferenciación. Está intruida por diquesácidos y básicos pertenecientes al sistema del Granito Conconta.
La edad de la Granodiorita Romo, según dataciones por Rb/Sr en roca total-biotita, efectuadas por Shaw et al. (1990) ha sido determinada en 264 Ma.


Granito Conconta
Granitos
La denominación Granito Conconta fue dada por Quartino y Zardini (1967) para el granito que aflora en la quebrada homónima, cubriendo un área de unos 40 km2 al este de la Granodiorita Romo.
Castro (1991) diferenció texturalmente dos facies: una de grano mediano a grueso (2 a 6 mm) y otra microgranítica (0,9 mm). La primera está caracterizada por rocas rosadas parcialmente rojizas y amarillentas con textura hipidiodomorfa y compuesta por cuarzo (30%), feldespato potásico (40%), plagioclasas (24%) y biotita (6%). Los individuos de cuarzo son subidiomorfos con microfracturas rellenas por moscovita y óxidos de hierro. La facies microgranítica constituye las rocas de grano fino que afloran en forma de fajas dentro del granito. La textura es granular alotriomorfa, con cuarzo anhedral (35%), feldespato potásico micropertítico (48%), plagioclasas (4%) y biotita (3 %).
El Granito Conconta está intruido por un enjambre de diques de composición ácida, que por ser considerados comagmáticos se describen con esta unidad. Están representados por pórfidos graníticos y riolíticos, riolitas y dacitas. Además, conjuntamente con ellos se intruyeron diques básicos a intermedios compuestos por. pórfidos andesíticos.
El Granito Conconta intruye a la Granodiorita Romo. Este dato está confirmado por las dataciones absolutas por el método Rb/Sr para el Granito Los Puentes (homólogo al Granito Conconta) de 257 - 249 Ma efectuadas por Shaw et al. (1990).

Granito Chita
Granitos
El plutón granítico de Chita forma parte del ciclo magmático neopaleozoico que corresponde al extremo sur del batolito de Colangüil en la Cordillera Frontal (Llambías et al., 1987). Según Sato (1987), es un cuerpo ovalado en planta, de aproximadamente 9 km de largo por 4 km de ancho, que intruye a sedimentitas carboníferas plegadas de la Formación Agua Negra. Las rocas en general presentan textura granosa mediana a gruesa y su composición es esencialmente granítica, con cuarzo, ortosa pertítica, plagioclasa ácida, escasa biotita, fluorita y circón. A través de todo el cuerpo son abundantes las cavidades miarolíticas, tanto a nivel microscópico como macroscópico, llegando en algunos casos a medir hasta varias decenas de cm de diámetro. En su interior hay crecimiento pegmatoide de cuarzo, feldespato potásico y menor cantidad de fluorita y escaso epidoto.
Según estudios de inclusiones fluidas realizadas por Sato (1987), el stock granítico de Chita se ha intruido a una profundidad de 1,3 km. La edad del plutón Chita es de 247 Ma, según Sato y Kawashita (1988).


Granito Agua Negra
Granitos y granodioritas
Quartino y Zardini (1967) describieron los afloramientos del batolito de Colangüil en la quebrada de Agua Negra como correspondientes a dos tipos litológicos distintos: una granodiorita hornblendobiotítica y un granito con biotita rico en ortosa.
Según Costas (1967), el plutón granodiorítico de Agua Negra está constituido predominantemente por granodioritas anfibólico-biotíticas, con granitos y leucogranitos subordinados. La abundancia de miarolas indica cristalización a baja profundidad. Un cuerpo de riodacitas se señala como intrusivo pregranítico, ya que presenta metamorfismo térmico en el contacto con la granodiorita.
La granodiorita posee xenolitos y diques intruidos en el plutón (aplitas y microgranitos)
El plutón Agua Negra tiene forma alargada con orientación NO. Aflora en una extensión de 4 km por 2 km de ancho. Intruye a las sedimentitas de la Formación Agua Negra.
No se han efectuado dataciones de las rocas de este plutón. Las facies granodioríticas serían correlacionables con la Granodiorita Las Piedritas (Sato et al., 1990) mientras que las facies graníticas, dadas sus condiciones superficiales, corresponderían a los granitos de Chita y Agua Blanca.


Granito Agua Blanca
Granitos
El Granito Agua Blanca aflora en ambas márgenes del curso superior de la quebrada de Agua Blanca. Según Castro (1991), son rocas de color blanco grisáceo a rosado amarillento. Presentan textura granular hipidiomórfica mediana a fina (1 a 3 mm).
Están compuestas por cuarzo subidiomorfo (40%), feldespato potásico micropertítico (36%) y oligoclasa (19%) con maclas polisintéticas y leves alteraciones arcillosas en la parte central. Como accesorios se encuentran biotita y moscovita según biotita (5%).
En el Granito Agua Blanca se disponen subhorizontalmente diques aplíticos y micrograníticos. Sato y Kawashita (1988) obtuvieron una edad de 247 Ma para el plutón de la quebrada de Chita, que es equivalente al plutón Agua Blanca dentro de la evolución del batolito de Colangüil (Llambías et al., 1987).


Granito San Francisco
Granitos
El Granito San Francisco aflora en ambas márgenes del río San Francisco, a unos 30 km al norte de su confluencia con el río Atutia para formar el río Castaño. El cuerpo aflorante tiene unos 4 km en sentido norte – sur y unos 2 km en dirección este – oeste. Está intruido en la Formación Agua Negra y en la Formación La Chilca (Grupo Choiyoi). Debido a las dificultades de acceso no se conoce la composición del cuerpo intrusivo. Las características observadas en las imágenes satelitales y en las fotografías aéreas permiten inferir similitudes con otros granitos del batolito de Colangüil.

 

Sector de Rodeo, Cordón de las Minitas, Cordillera del Agua Negra, Nevado de Mondaca, Cordillera de Olivares, Cordillera de San Francisquito, Sierra de Castaño

GRUPO CHOIYOI
En la región de Castaño y en el borde oriental de los cordones de Olivares y de Colangüil afloran volcanitas del Grupo Choiyoi (Yrigoyen, 1972). Los antecedentes más antiguos referentes a la existencia de pórfidos cuarcíferos en Cordillera Frontal se remontan a Stelzner (1885).
Groeber (1918) denominó Serie Porfirítica Supratriásica a este conjunto, al que luego modificó por el de Choiyoilitense (Groeber, 1946, 1947). Esta unidad fue denominada Formación Choiyoi por Rolleri y Criado Roque (1969).

Al oeste del valle de Los Patos Norte afloran volcanitas que en el territorio chileno se asignaron a la Formación Pastos Blancos (Thiele, 1964) de edad permotriásica, equivalentes al Grupo Choiyoi. En la zona de Castaño Viejo, Rodríguez Fernández et al. (1996) definieron al Grupo Choiyoi como un conjunto volcanosedimentario situado entre discordancias, que ocupa la base de la secuencia extensional. Dentro de este grupo separaron tres formaciones: Castaño, La Chilca y Las Pircas.

En la región del río Castaño se han mapeado las distintas unidades del Grupo Choiyoi, mientras que hacia el norte se ha representado el Grupo Choiyoi en forma indiferenciada. Los depósitos del Grupo Choiyoi se han desarrollado en un régimen extensional de tipo rifting. Los bloques elevados se encuentran al este y norte, donde los espesores son menores (área del plutón Tocota). Al oeste los espesores aumentan hasta 2500 y 3000 metros.

Determinaciones por Rb/Sr de las ignimbritas andesíticas y diques asociados se alinean en una isocrona de 256 ± 6 Ma (Shaw et al., 1990). Dataciones K/Ar realizadas en rocas de la Formación La Chilca, cerca del contacto con el Grupo Melchor, dieron 243,8 ± 5 Ma y 234, 6 ± 4,5 Ma. (Rodríguez Fernández et al., 1996).
Es decir que la edad del Grupo Choiyoi es pérmica inferior a triásica superior. Rocas volcánicas aflorantes en las cabeceras del arroyo Agua Negra han sido datadas. Una de las dataciones dio 315 ± 15 Ma y otra 287 ± 15 Ma, es decir edad carbonífera a pérmica inferior. El espesor total de la unidad es estimado en 4500 a 5000 metros.

Sato y Llambías (1993) consideraron a las rocas del Grupo Choiyoi como equivalentes efusivos de las del batolito de Colangüil, sobre la base de consideraciones geoquímicas y edad.
Rodríguez Fernández et al. (1996) estimaron que las unidades ígneas y volcánicas referidas son equivalentes. El Grupo Choiyoi se habría depositado en el hemigraben de Castaño, mientras se producía la intrusión de las rocas plutónicas del batolito de Colangüil en el horst de las Tranquitas, a pocos kilómetros de la superficie.
Según Llambías et al. (1990) en el cordón de Colangüil el Grupo Choiyoi está integrado por dos secciones: una inferior sedimentaria y una sección superior constituida predominantemente por ignimbritas andesíticas a dacíticas. El pasaje entre ambas secciones es transicional. En general, la sección inferior falta, asentándose las ignimbritas en forma discordante sobre las unidades más antiguas.
La sección sedimentaria
tiene sus mejores afloramientos entre las quebradas de Mondaca y Conconta. El espesor en estas localidades es de 200 m, mientras que en la quebrada de Romo es de 300 m.
La secuencia se inicia con un conglomerado, en parte brechoso, altamente resistente a la erosión, constituido por clastos de hasta 20 cm de diámetro y mátrix arenosa. Los clastos están compuestos por areniscas, andesitas y cuarzo lechoso y son subredondeados a subangulosos. Le suceden areniscas cuarzo feldespáticas de grano mediano a grueso hasta sabulíticos, grises claras, que contienen intercalaciones conglomerádicas similares a las descritas. En ella se han hallado restos de vegetales muy mal conservados. Localmente contienen intercalaciones de bancos pelíticos oscuros. Hacia arriba pasan a aglomerados volcánicos con abundantes clastos de andesitas alteradas. Esta zona de transición hacia los mantos ignimbríticos andesíticos es del orden de los 100 m e indica el comienzo de la fase eruptiva.

La sección inferior sedimentaria también aflora en el arroyo de Chita, se trata de un conglomerado petromíctico compuesto por clastos de rocas volcánicas, plutónicas (granitos) y sedimentarias.
La sección superior, la más extensa y de mayor espesor, está constituida principalmente por ignimbritas andesíticas a dacíticas. Predominan los aglomerados en los niveles inferiores. Se han medido hasta 400 m en la quebrada de Colangüil. Son de color gris verdoso oscuro. Están compuestas por cristales de plagioclasa y anfíboles (escaso piroxeno) y están frecuentemente propilitizadas.
En la quebrada de Mondaca se observan intercalaciones de potentes capas de basaltos con disyunción columnar, andesitas con alteración propilítica y silicificación y tobas cristalinas líticas andesíticas. La sección inferior es equivalente a la Formación Castaño, mientras que la parte superior se corresponde con la Formación La Chilca.

Formación Castaño
Constituye la parte basal del Grupo Choiyoi y se apoya discordantemente sobre las unidades del Ciclo Gondwánico. La base está constituida por ortoconglomerados polimícticos, a veces heterométricos, con clastos silíceos y carbonatados, plutónicos y más raramente volcánicos, en general redondeados, excepto los clastos calcáreos. Hay aglomerados, tobas y rocas volcánicas de naturaleza andesítica interestratificados. Se menciona la presencia de conglomerados con olistolitos de calizas de la Formación Agua Negra, a veces intercalados con rocas volcanosedimentarias y volcánicas localizados en la quebrada de Las Leñas.
En la parte media de la unidad predominan las areniscas y las limonitas con componentes volcánicos, así como rocas volcanosedimentarias y volcánicas (aglomerados, tobas e ignimbritas) y cuerpos de andesitas predominantemente y en menor proporción riodacitas y dacitas. La parte superior contiene calizas negras laminadas con abundantes nódulos de chert, en bancos de hasta 16 m, intercaladas entre vulcanitas. Este sector ha sido diferenciado como Miembro Manrique en la hoja Castaño Viejo (Rodríguez Fernández et al., 1996).

Formación La Chilca
Está constituida por andesitas piroxénicas de aspecto masivo, entre las que se intercalan niveles estratiformes de basaltos, andesitas, dacitas y más raramente riodacitas y riolitas que se hacen más frecuentes en la parte superior, en donde se agregan tobas y aglomerados.

Formación Las Pircas
La Formación Las Pircas fue denominada originalmente como Intrusivo Las Pircas y descripta como una roca subvolcánica.
Furque (1962) describió un cuerpo hipabisal (stock) marginado por los ríos Las Leñas al este, Ojos de Agua al oeste y San Francisco al sur y que en su límite norte es cubierto por las efusiones andesíticas más recientes de la cordillera de Olivares. Los componentes principales de este cuerpo son los pórfidos dacíticos y dacitas.
Esta descripción corresponde a los afloramientos del intrusivo Las Pircas. Minera TEA (1968) denominó a este cuerpo intrusivo Stock Dacítico de las Niñas Muertas. La formación está constituida por una alternancia de coladas de riolitas y riodacitas, ignimbritas, aglomerados y tobas de la misma naturaleza.
Esta unidad puede correlacionarse con la Formación El Palque (Caballé, 1986). El afloramiento más importante se localiza a cotas superiores a 3700 m s.n.m. Se extiende en el borde suroriental del cordón de Olivares con un espesor de 1500 m (Rodríguez Fernández et al., 1996). En el cordón de Colangüil se destaca un importante afloramiento de riolitas en el cerro Pata de Indio, que correspondería a esta unidad. Según Costas (1967), el conjunto eruptivo aflorante en la quebrada de Agua Negra está constituido por mantos de composición predominantemente riodacítica y riolítica, intruidos en parte por algunos cuerpos volcánicos de similar petrografía. Los mantos inclinan con ángulos variables, en general hasta unos 30º hacia el sudeste.

 

 

 

Sector del Río de los Patos

GRUPO CHOIYOI

 

 

 

 

 

Sector Cordón de la Ramada (Provincia de Sa Juan) y Sector del Valle del Río de las Vacas (Provincia de Mendoza)

GRUPO CHOIYOI
El Grupo Choiyoi se encuentra representado en el sector norte correspondiente
al cordón del Espinacito por la Formación Horcajo (Mirré, 1967). En esta área presenta una composición litológica homogénea, una potencia de 2.000 a 3.000 m de espesor y amplia extensión areal. Se halla compuesta por un conjunto de rocas volcánicas y piroelásticas de distinto tipo con un denominador común que es su composición riolítica a riodacítica. Son rocas lávicas ignimbrílicas y piroclásticas, en parte volcaniclásticas, con sus facies hipabisales asociadas.
Predominan ampliamente las riolitas y los pórfidos riolíticos. Estas composiciones se mantienen en las rocas de las nacientes del río Colorado y su continuación hacia el norte, hasta el cerro de la Laguna Blanca y en el cordón de Las Pichireguas. En algunos sectores se observaron rasgos de fluidalidad dado por orientación de los fiammes que permite reconocer su naturaleza ignimbrítica. Esta secuencia se encuentra intruida por diques de composición basáltica (Alvarez, 1991) . Estas volcanitas riolíticas son de color pardo rojizo en fractura fresca, siendo rocas muy cohesivas y de fractura irregular. En muestra de mano se distinguen pequeños granos de colores blanquecinos, englobados en la masa de color violáceo presentando gran proporción de granos de cuarzo. Una muestra representativa observada al microscopio presenta una textura porfirica, con pasta vítrea y marcada fluidalidad , y que se halla devitrificada. estando formada por esferulitas cuarzo-feldespáticas. Los fenocristales principales son cuarzo. feldespato alcalino y plagioclasa subordinada. El feldespato alcalino es ortosa, albita y sanidina.
En los granos de menor tamaño se observa devitrificación. Como minerales alterados hay cuarzo corroído por la pasta con engolfamientos y rebordes redondeados. Las rocas por lo general presentan los feldespatos muy argilitizados y reemplazados por carbonato y albita. Como minerales accesorios se encuentran apatita y carbonatos en parches. Se observan estructuras circulares y elongadas con rebordes de grano fino y un centro con granos más gruesos. Esto es asimilable a una miarola con reborde de grano
fino y de mayor tamaño en su interior; por lo cual se infiere que la devitrificación fue favorecida por el escape de gases presentes al momento de la depositación.
En sectores es común la presencia de brechas de flujo riolíticas , con clastos de riolita y fragmentos líticos subordinados, cementados por una lava riolítica. Además se observan brechas piroclásticas parcialmente aglutinadas y de composición riolítica en el borde oriental del cordón del Espinacito (Spalletta, 1991).
En las estribaciones occidentales de La Ramada se observan riolitas porfíricas, con fenocristales de cuarzo. correspondientes a coladas lávicas (Ragona. 1993).
En el sector sur, en el valle de los ríos Cuevas y Mendoza se ha reconocido la sección superior exclusivamente (véase cuadro I) , con una litología muy variada en los diferentes perfiles examinados. En la quebrada de Portezuelo (o Potrero) Escondido se inicia con flujos ignimbríticos. en bancos potentes de 5 a 10 m de espesor. de color grisáceo.
disyunción columnar y composición riolítica. Las brechas dacíticas y tobas intercaladas predominan en el río Cuevas.
Tanto al noreste como al sur del río Cuevas , la parte superior está constituida por tobas riolíticas, riolitas e ignimbritas varicolores y groseramente estratificadas. El conjunto comprende varios pulsos de brechas de flujo. en parte ignimbríticas. predominando los términos ácidos hacia la parte superior. El estudio petrográfico de muestras re presentativas realizado por Sacomani (1986) y Godeas (1987) del sector mendocino muestra que las rocas dominantes son ignimbritas riolíticas a riodacíticas, con textura vitroclástica y seudofluidalidad bien desarollada. Se observaron escasas trizas y abundantes fiammes con escasos clastos lítico
de andesita y tobas riodacíticas. También
son comunes las tobas dacíticas vitrocristalinas, portadoras de biotita en parte desferrizada, en la que se reconocen clastos de pumicitas . Por lo gen eral el vidrio de estas muestras se halla devitrificado a un agregado criptocristalino con sericita y arcillas.
El espesor máximo observado es de 1.200 m en el río Blanco antes de su desemb ocadura en el río Tupungato, decreciendo gradualmente hacia el oeste. Los espesores medidos en el cerro Ciénaga del Tupungato varían entre 600 y 800 metros, hasta desaparecer en la margen norte del río Cuevas, donde los depósitos jurásicos se asientan en discordancia sobre las rocas marinas neopaleozoicas.

Se realizaron análisis químicos de muestras representativas de rocas volcánicas del Grupo Choiyoi del cordón del Espinacito, con el objeto de definir sus características químicas y evolutivas. Las muestras Ml3, M6 y M4 corresponden a volcanitas de la ladera oeste del cordón del Espinacito (Pé rez, 1995)


Análisis de elementos mayoritarios
Los volcanitas del Grupo Choiyoi presentan valores muy altos en sílice (Si20 73-80 %) con la excepción de dos muestras con valores algo más bajos (66 %) . Estas volcanitas presentan valores medios en Na20 (1,95 - 5 .02 %) y algo más elevados en K20 (2,22 - 6,06 %). Además, se observan contenidos medios a altos en alúmina (2,22 - 6.06 %) y en Feü (0,70 - 5,94 %). Se observan razones Fe/Mg con valores altos (2.3 - 6,6 %) y otros muy altos (8,8 - 14 %)
El diagrama TAS presenta el total de álcalis en función de sílice para rocas volcánicas, según Le Maitre et al. (1989). En este diagrama la clasificación normativa ubica a las rocas estudiadas en el campo de las riolitas. con la excepción de dos muestras que caen en el campo de las dacitas y traquidacitas.
El diagrama de Irvine y Baragar (1971), que diferencia las rocas de la serie de magmas alcalinos de los subalcalinos, permite apreciar que las riolitas del Espinacito, caen en campo de las rocas subalcalinas. Estas rocas pueden ser divididas en base a la concentración de K20 y Siü2 según Le Maitre et al. (1989). En este diagrama las riolitas del Grupo Choiyoi presentan características de medio a alto-K características de una serie calcoalcalina (Le Maitre et al., 1989).

El diagrama triangular AFM de Irvine y Baragar (1971). muestra una asociación calcoalcalina normal, diferenciada en su extremo alcalino más evolucionado Shand (1947). propuso una clasificación química basada en las relaciones de la mineralogía y la química. En dicho sistema las riolitas pueden ser peraluminosas (A/CNK > 1), metalauminosas (A/CNK < 1) y peralcalinas (A/NK < 1) (en Clarke, 1992).
Las volcanilas del Espinacito, tienen carácter metaluminoso a peraluminoso y que ninguna muestra es peralcalina Las volcanitas del Grupo Choiyoi analizadas presentan contenidos uniformes de sí lice, aluminio y titanio. Además poseen mayores contenidos de hierro y calcio, en comparación con los intrusivos graníticos que las intruyen. Sin embargo, estas rocas volcánicas tienen valores de elementos mayoritarios muy similares a los que se observaron en los intrusivos graníticos asociados.


Análisis de. elementos traza y tierras raras
El análisis de elementos traza y tierras raras (REE) para las volcanitas del Choiyoi se ha normalizado al condrito de Leedey, siguiendo la norma propuesta por Kay et al. (1987a).
Estas rocas presentan un diseño de REE plano (La/Yb = 5,5-11.17), con una moderada a alta anomalía negativa en europio (Eu/Eu* = 0,14 - 0,76). La curva es muy empinada en el sector de las tierra raras livianas (LREE). haciéndose casi plana en las pesadas (HREE). Todas las muestras presentan una importante depresión en Sr. Además, se observa un alto contenido en Ba. Th, U, Rb, y bajo contenido de Ta con respecto al La. El diagrama de Winchester y Floyd (1977). permite una clasificación de la roca
original en base a elementos traza de baja movilidad. Las rocas del Espinacito se ubican en el campo de las riolitas.
Al igual que con los elementos mayoritarios, el análisis de elementos de tierras raras y traza de las volcanitas, indica que estas rocas son similares a los granitos triásicos.
Ambas unidades tienen similares pendientes de REE, con enriquecimiento de las LREE y casi plana en las HREE. En ambos grupos existe una anomalía de europio moderada a alta.
Sobre la base de lo expuesto se desprende que, en el cordón del Espinacito - Las Pichireguas, las riolitas más altas de la secuencias representadas por la Formación Horcajo (Mirré, 1967) y los granitoides triásicos que la intruyen. corresponderían a una misma asociación magmática. Sobre esta base se podría inferir que tendrían un origen comagmático y que habrían sido emplazadas en un corto intervalo de tiempo.


Discriminación geoquímica del ambiente tectónico
Los elementos incompatibles son buenos discriminadores del ambiente tectónico debido a su baja movilidad durante la cristalización fraccionada e incluso durante posibles alteraciones de las rocas.
El diagrama de Wood (1980) presenta las relaciones entre Th-Hf/3-Ta y permite una primer aproximación del ambiente tectónico de emplazamiento. Las riolitas del Grupo Choiyoi se ubican en el campo de las rocas de asociaciones calcoalcalinas de arco magmático.
Al platear las riolitas del Espinacito en el diagrama discriminante (Rb vs. Y+Nb) de Pearce et al. (1984), se observa que dichas rocas pasan del campo de los VAG (volcanismo de arco) al campo de los WPG (volcanismo de intraplaca). Es importante mencionar que en los diagramas de elementos mayoritarios. por ejemplo TAS, estas volcanitas también ocupan los campos de rocas de arco del tipo calcoalcalino.
Teniendo en cuenta las características químicas de los elementos traza y mayoritarios, las volcanitas del Grupo Choiyoi aquí descriptas, junto con los granitoides que las intruyen, responderían a una misma asociación magmática. Constituyen una serie normal calcoalcalina, tanto en los términos volcánicos como graníticos, y que se habrían formado originalmente en una zona de subducción, mostrando una tendencia a volcanismo de intraplaca de tipo extensional.


Edad y correlación
Las rocas volcánicas de la comarca están en marcada discordancia angular sobre la rocas de la Formación Alto Tupungato (Ramos, 1985 a y b). La discordancia que las separa fue asignada a la fase orogénica sanrafaélica del ciclo gondwánico (Ramos, 1988b) corespondiente al Pérmico inferior alto. Sobre esta base las volcanitas de la Formación Choiyoi representarían el Pérmico superior hasta el Triásico inferior a medio inclusive. En la comarca no se obtuvieron otros criterios para establecer la edad con mayor precisión, aunque pocos kilómetros al este en Polvaredas, Caminos et al. (1979) dataron estas rocas riolíticas en 240 ± 15 Ma y 238 ± 1 O Ma por K/Ar en roca total.
Los primeros investigadores de la zona ya habían asignado a los pórfidos cuarcíferos del Espinacito una edad prejurásica (Stelzner. 1873b; Schiller, 1912).
Las riolitas de los cordones del Espinacito - Las Pichireguas, se corresponderían a la Formación Horcajo (Mirré, 1967) sección superior del Grupo Choiyoi según Mirré (1967) y Cortés (1985).


En la ladera occidental del cordón del Espinacito las volcanitas se encuentran subyaciendo a la Formación Rancho de Lata. Dado que el tramo medio de la Formación Rancho de Lata, está caracterizado por una asociación palinomórfica del Triásico superior (Ottone et al., 1992: Alvarez et al.. 1995), las riolitas de la Formación Horcajo serían pre-triásicas superior.
Estas riolitas se encuentran intruidas por granitoides, representantes de los últimos eventos magmáticos, al igual que los granitos del batolito de Colanguil, y los de la Superunidad Ingaguás, con los cuales se correlacionan. En la Superunidad Ingaguás los intrusivos de las unidades Chollay, El León y El Colorado, responden a un sólo grupo genético (Mpodozis y Kay. 1990 y 1992) que arrojó edades de que van desde el Pérmico superior alto al Jurásico inferior (276± 20 Ma, 238 ± 4 Ma, 200 ± Ma; Nasi et al., 1985, 1990; Mpodozis y Cornejo, 1988).
Sobre esta base. las riolitas de la Formación Horcajo y la sección superior del Grupo Choiyoi del sector sur, que constituyen la cordillera del Tigre y los cordones del Espinacito - Las Pichireguas, tendrían una edad comprendida entre el Triásico inferior a medio. Se deja constancia que las rocas andesíticas y dacíticas de la sección inferior serían más antiguas, pero sólo afloran sobre el río Mendoza, así como en la vertiente oriental de la cordillera del Tigre.




PROVINCIA DE

MENDOZA

MENDOZA NORTE

 

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Sector Cordón del Tigre (Cordillera Frontal)

Grupo Choiyoi

Formación Horcajo (Mirré, 1966)-Formación Arroyo del Tigre
A la Formación Horcajo se atribuyen los niveles de lavas, brechas y tobas soldadas, fenodacíticas y riolíticas, de centenas de metros de espesor, que cubren a las rocas de la Formación Tambillos
La Formación Horcajo fue definida por Mirré (1966) para una unidad formada por centenares de metros de rocas volcánicas de composición riolítica-riodacítica, en la que participan vitrófiros, brechas, ignimbritas y riolitas, en el extremo norte de la cordillera del Tigre. Mirré (1966) correlacionó a la Formación Horcajo con el "Choiyoilitense" de Groeber (1951). Cortés (1985) propuso extender la Formación Horcajo hacia el sur del área tipo en la cordillera del Tigre, para abarcar las espesas acumulaciones volcánicas que cubren concordantemente a la Formación Tambillos y a la Formación Portezuelo del Cenizo.

De ese modo, la Formación Arroyo del Tigre descripta por Coira y Koukharsky (1976) queda incluída en la Formación Horcajo, representando sus niveles inferiores.
Al sudoeste de la estancia San Alberto, la Formación Horcajo tiene fenodacitas lávicas de colores grises oscuros, amarillentos y verdosos en la base aflorante, cuyo diaclasamiento delimita bancos de 6 a 10 m de espesor, cubiertas por una secuencia de unos 250 m de espesor de vitrófiros y tobas soldadas de colores rosados y grises con fina disyunción columnar. En el filo que separa las quebradas de Los Arroyitos del arroyo Durazno, hay un cuerpo de brecha riolítica de color anaranjado, con escasa matriz de riolita molida cementada por calcedonia y limonitas.
En cortes delgados las fenodacitas lávicas tienen pastas pilotáxicas de bases felsíticas argilizadas, reconociéndose pseudomorfos de plagioclasa, cristales de cuarzo corroídos y mafitos reemplazados por limonitas. Las riolitas vitrofíricas y tobas soldadas, cuyas texturas mesoscópicas son brechosas, al microscopio presentan matriz felsítica fluidal, con abundantes cristales idiomorfos, completos y fragmentales de cuarzo escasamente corroído, feldespatos con pertitas maculosas, plagioclasas parcialmente substituidas por feldespato potásico y mafitos reabsorbidos en la pasta o substituidos por celadonita, entre los que difícilmente se reconocen algunas secciones de anfíbol.

Estas rocas contienen fragmentos de riolitas y de tobas. En las tobas soldadas las pumicitas son comparables al vidrio que las encierra, con sus contornos remarcados por pequeñas impurezas. Son comunes las venillas de sílice con celadonita. La brecha riolítica contiene fragmentos porfíricos o ignimbríticos, con fenocristales y fragmentos de cuarzo, feldespato potásico con pertitas maculosas, escasa plagioclasa sádica y como accesorio monacita, en pastas felsíticas con variaciones hasta esferulítícas y micropoiquilíticas. En las pastas se destacan cavidades (litofisas) rellenadas por cuarzo límpido en el que se proyectan desde los borde tabillas idiomorfas de ortoclasa. Bordes de feldespatos fibrosos originan texturas axiolíticas o esferulíticas, sugiriendo que las litofisas se formaron en anteriores lentes (fiames) de ignimbritas.


En el sudeste del cordón Juan Perez, la Formación Horcajo se apoya sobre el nivel riolítico superior de la Formación Tambillos y su parte inferior la componen tobas brechosas soldadas finamente diaclasadas comparables a las del sudoeste de San Alberto. Coira y Koukharsky (1976) presentaron análisis químicos de muestras de la Formación Horcajo de la zona de Arroyo del Tigre al noroeste del límite norte de la Hoja, los que permitieron caracterizarlas como pertenecientes a una serie calcoalcalina. En el diagrama TAS dichas rocas se clasifican como traquidacitas y riolitas
Las volcanitas de la Formación Horcajo presentan una inclinación suave a subhorizontal al oeste, como parte de bloques limitados por fallas oblicuas.


Edad, correlaciones y paleogeografía
Edades K­Ar en roca total de dos muestras de la Formación Horcajo del sudoeste de estancia San Alberto. Ellas corresponden a un vitrófiro fenodacítico intercalado entre las ignimbritas brechosas y a la riolita brechada del filo ubicado al sur del arroyo Durazno. Los valores obtenidos fueron respectivameente 254 ± 22 Ma y 269 + 40 Ma. Estas dataciones permitieron descartar una edad del Terciario para la diatrema riolítica, asignándola al ciclo volcánico Choiyoi, del cual se dató una muestra de la zona como término de comparación. Un techo para la edad de la Formación Horcajo estaría dado por la edad K-Ar de los diques riolitoides de la Formación Maniera de 241 ± 7 Ma. Rapalini (1989), sobre la base de criterios estratigráficos y paleomagnéticos propuso para la Formación Horcajo una edad Pérmico tardío.
Teniendo en cuenta la edad del Pérmico tardío asignada a la Formación Tambillos y la probable consecutividad de la Formación Horcajo, se asigna a esta última una edad del Pérmico tardío, que podría alcanzar el Triásico temprano.

La estructura circular de 7,5 km de diámetro del oeste de la estancia San Alberto, en cuyo interior se encuentran las quebradas de Los Arroyitos y el arroyo del Durazno, puede corresponder a una caldera relacionada con la extrusión de las tobas soldadas de la Formación Horcajo. La disposición los niveles de tobas soldadas de los bordes este y sudeste, la naturaleza de sus rocas, la fluidalidad que llega a tener disposición vertical en el interior de la estructura y la presencia de vitrófiros así lo sugieren. En tal caso, la diatrema riolítica estaría relacionada con las manifestaciones finales de la actividad volcánica en la caldera.

En el perfil tipo de Formación Arroyo del Tigre se reconoce

Sección superior: Esp: 1030 m. lavas riolíticas, vitófiros, vitrófiros fluidales, tobas líticas. Sección media: Esp: 230 m. tobas-ignimbritas (single ash-flows), tobas líticas gruesas, finas, ignimbritas, tobas no soldadas comp riolítica. Sección inferior: Esp: 6 m.  brechas volcánica

Formación Portezuelo del Cenizo (Coira y Koukharsky (1976)
La Formación Portezueloa del Cenizo fue definida por Coira y Koukharsky (1976) para una unidad integrada esencialmente por areniscas conglomerádicas, brechas, tobas fenodacíticas y fenoandesíticas y fenoandesitas, que consideraron la base del Grupo Choiyoi. El estratotipo de 300 m de espesor, se encuentra en las cabeceras del Arroyo del Tigre.
Se asignan a la Formación Portezuelo del Cenizo afloramientos de brechas, tobas y lavas fenoandesíticas y fenodacíticas de colores oscuros, que yacen sobre las sedimentitas marinas de la Formación Agua del Jagüel al pie de los cerrillos del oeste del cerro Los Colorados y sobre la Formación Puntilla de Uspallata en las quebradas de Santa Elena y del Telégrafo y que están cubiertas concordantemente por tobas soldadas ácidas asignadas a la Formación Tambillos.
Sobre la base de la edad isotópica en la localidad tipo, se considera que la Formación Portezuela del Cenizo es anterior al ciclo volcánico que dió origen a las rocas del. Grupo Choiyoi.
En las quebradas de Santa Elena y del Telégrafo el espesor de la Formación es de unos 30 m. En la parte inferior está compuesta por brechas volcánicas que incluyen fragmentos de las sedimentitas infrayacentes y rápidamente pasan a brechas y lavas fenoandesíticas, culminando con ignimbritas dacíticas con notables texturas eutaxíticas. Todas esas rocas tienen colores grises oscuros y en pocos casos morados por oxidación. Los mantos volcánicos de esta unidad forman parte de un amplio anticlinal en la quebrada del Telégrafo.

La textura brechosa de las rocas basales se aprecia aún a escala microscópica, formada por fragmentos de vidrios teñidos por óxidos de hierro, finamente vesiculados o con texturas pilotáxicas de bases felsíticas, a los que se suman escasos cristales de plagioclasas albitizadas Las volcanitas lávicas y las ignimbritas de textura eutaxítica del sur de la quebrada de Santa Elena, están formadas por abundante pasta afanítica gris oscura en la que se disponen, suborientados fenocristales de plagioclasas blancos, verdosos o anaranjados, de hasa 3 mm de largo. En fenoandesitas del oeste del cerro Los Colorados se agregan fenocristales de cuarzo y de biotitas idiomorfas cloritizadas de hasta 1 mm. Bajo el microscopio las ignimbritas presentan trizas y fragmentos pumIceos deformados de paredes muy finas, cristales fragmentados de plagioclasas albitizadas y mantos reemplazados por calcita y material opaco, en una matriz felsítica con líneas que revelan compresión entre cristaloclastos, escaso cuarzo como cemento y venas y lentes de calcita. Los fragmentos están desvitrificados y convertidos en feldespato alcalino con disposiciones radiadas y en pocos casos axiolíticas

Edad y correlaciones
Las rocas de esta unidad se han correlacionado con la Formación Portezuela del Cenizo en razón de su composición y posición estratigráfica_ En su localidad tipo, fuera del área abarcada por esta Hoja, una muestra de la Formación. Portezuela del Cenizo cuenta con una edad K-Ar en roca total de 281 4- 10 Ma (Vilas y Valencia, 1982, actualizada por Rapalini, 1989). El intervalo abarca el lapso comprendido entre el Carbonífero tardío y el Pérmico temprano. Las rocas que infrayacen a la Formación Portezuela del Cenizo en el este de los cerrillos de Agua del Jagüel pertenecen a la Formación Agua del Jagüel, a la que se asigna edad comprendida entre el Carbonífero tardío y el Pérmico temprano, razón por la cual se considera más probable para la Formación Portezuela del Cenizo una edad del Pérmico temprano.

Secció tipo (Coira y Koukharsky (1976)

Miembro superior: Esp: 80 m. lavas andesiticas porfiroides,  brechas tobas y lapilli andesítico. Miembro medio: Esp: 75 m. brechas volcánicas y tobas gruesas comp. dacítica. Miembro inferior: Esp: 60 m. areniscas congl. y brechas sedimentarias

 

Formación Tambillos (Cortés, 1985)
La Formación. Tambillos fue definida por Cortés (1985), para abarcar los niveles integrados dominantemente por rocas piroclásticas, volcanitas lávicas ácidas y depósitos lacustres, que componen la base del Grupo Choiyoi en la zona de Tambillos y del sur del cordón de Sandalia. En dicho sector, Cortés (1985) definió dos Miembros denominados Punta de Agua y Chiquero que se engranan lateralmente.

El Miembro Punta de Agua consta de tres secciones que totalizan 1700 m. La inferior, de 380 m de espesor, tiene riolitas grises y castaño claras en la base, cubiertas por tobas lapillíticas blanquecinas, que pasan hacia arriba a tobas soldadas rojizas alternantes con tobas de caída y sedimentos tobáceos finamente estratificados.

La sección media tiene 680 m y la componen en la base tobas soldadas de colores anaranjados claros que hacia los niveles medios intercalan lentes carbonáticas de colores castaños, adquiriendo aspecto brechoso con colores grises claros. La sección superior, de 640 m, está compuesta por mantos bien definidos de tobas soldadas riolíticas con texturas eutaxíticas que destacan su fluidalidad generalmente planar, con cristaloclastos de feldespatos y coloraciones grises, castañas y moradas.

El Miembro Chiquero, con espesor del orden de los 250 m, engrana lateralmente con la sección media del Miembro Punta de Agua. Es un paquete de rocas sedimentarias intercalado entre volcanitas del Grupo Choiyoi. Según Cortés (1985), está integrado dominantemente por areniscas volcánicas aternantes con tobas blanquecinas, tufitas silicificadas, pelitas y calizas oscuras.
Cortés (1985) incluyó en la Formación Tambillos afloramientos del este de la Pampa Seca y del Arroyo Uspallata hasta el cordón Agua del Jagüel (donde fueron denominados Grupo Tigre por Harrington, 1971).


En la zona de Tambillos y en el cerro Punta de Agua depósitos de brechas piroclásticas violáceas y castaño rojizas de la base de la Formación Tambillos se apoyan en discordancia angular sobre rocas del Grupo Ciénaga del Medio. Al este del cerro Tunduqueral, la unidad se apoya en discordancia angular sobre el Grupo Santa Elena. En el este de los cerrillos de Jagüel y en el área de las quebradas Santa Elena y del Telégrafo, se apoya en aparente concordancia sobre volcanitas de la Formación Portezuela del Cenizo En la Cordillera Frontal la Formación Tambillos está cubierta concordantemente par riolitas y tobas soldadas de la Formación Horcajo. En el oeste de los cerrillos de Agua del Jagüel está cubierta por los conglomerados de la Formación Tunduqueral sin que medie una superficie discordante. En el sector de las quebradas de Santa Elena y del Telégrafo contactos tectónicos la relacionan con la Formación Siete Colores.


El Miembro Chiquero aflora al pie del cerro Negro con un espesor de 85 m y consiste de arenisca gris clara, de grano grueso y conglomerádica, en estratos medianos, de arenisca gris clara de grano fino, y de tufita gris verde, en una sucesión estrato y granodecreciente. Estas sedimentitas representan ambientes lacustre y de abanicos costeros. En el sudeste del cordón Juan Pérez es posible identificar en la base del Miembro Chiquero, un pequeño cuerpo riolítico rojizo, probable volcán, en cuyos bordes la erosión originó finas intercalaciones de areniscas volcánicas rojizas que alternan con las sedimentitas laminadas gris verdosas.
En la desembocadura del río Mendoza de la Cordillera Frontal, la Formación Tambillos alcanza 750 m de espesor. Allí predominan las tobas brechosas de colores gris claro, gris verdoso, blanco y rosado con texturas fluidales, interpretadas como probables ignimbritas, tufitas laminadas y brechadas de colores gris claro, blanco, castaño y morado, todas estas rocas intensamente silicificadas, que alternan con areniscas finamente estratificadas de colores gris verdosos. Muchos de estos niveles son mixtos, en el sentido de contener material sedimentario (sedimentos originalmente impregnados en agua) y piroclástico (originalmente incandescente), cuya interacción dio lugar a notables estructuras de enfriamiento rápido (quenching) con diseños arborescentes (Koukharsky, 1997).

La secuencia está atravesada por diques riolíticos generalmente afíricos de color castaño oscuro de pocos metros de espesor y sobre la quebrada del Camino está intruída por un pórfiro fenoandesítico de pasta afanítica negra y mafitos epidotizados. En corte delgado las rocas piroclásticas y las probables lavas brechosas muy fluidales de esta secuencia, presentan texturas vitrofiricas, con agregados esferulíticos y granoblásticos de diversos tamaños. Los fenocristales y cristaloclastos son escasos y sus tamaños no superan los 4 mm. Entre ellos dominan las plagioclasas albitizadas, con proporciones menores de feldespatos potásicos parcialmente pertíticos o granofíricos y materiales opacos delimitando anteriores mafitos. Las tobas soldadas menos silicificadas de texturas eutaxIticas, al

Edad, correlaciones y paleogeografía.
Es posible que las rocas de la Formación Tambillos de la zona de Tambillos engranen lateralmente con los niveles más bajos de las ignimbritas riolíticas de la zona de Arroyo del Tigre, localizadas al nor-noroeste y que fueran descriptas por Coira (1965) como integrantes de la Formación Arroyo del Tigre, dado que ambas unidades están cubiertas por la Formación Horcajo.

Para dichas ignimbritas de la angostura del Arroyo del Tigre, Linares y González (1990) mencionan una edad K-Ar de 267 -1- 5 Ma que corresponde al Pérmico temprano. Rapalini (1989) asigna a la Formación Tambillos una edad del Pérmico temprano tardío, sobre la base de la edad isotópica determinada para la Formación Portezuela del Cenizo y consideraciones sobre el paleomagnetismo.
Una datación K-Ar en roca total de una toba soldada con biotita de los niveles medios de la Formación Tambillos en los cerrillos de Agua del Jagüel resultó en un valor 248 ± 9 Ma. Dicho valor es una edad mínima y el extremo más antiguo del intervalo que abarca alcanza una edad correspondiente al Pérmico temprano tardío. Por las razones expuestas, se considera probable una edad del Pérmico temprano tardío para la Formación Tambillos.
La Formación Tambillos es, dominantemente, una sucesión de plateaus ignimbríticos emplazados en una región en la que el agua era abundante, que culminaron con niveles de riolitas lávicas. La abundacia de agua se manifiesta en la intercalación de sedimentitas lacustres en los sectores de Tambillos y del río Mendoza, en peculiares estructuras resultantes de la interacción lava incandescente - lodo, en la fracturación perlítica de sus vidrios, en la presencia de trizas curviplanares y en los niveles de surgencia basal (ver Koukharsky 1997).

En los afloramientos de ignimbritas de la Formación Tambillos del sur de la ruta provincial N°52 a la altura del cerro Tunduqueral, se destaca la presencia de fragmentos de anteriores tobas soldadas de grandes dimensiones, sugiriendo la proximidad de la zona de extrusión

 

Sector Sierra de Uspallata, Cerro La Cantera Quebrada de Santa Elena, Río Mendoza (Precordillera mendocina)

Tomado de Genetic evolution of Permo-Triassic volcaniclastic sequences at Uspallata, Mendoza Precordillera, Argentina, Leonardo Strazzere, Daniel A. Gregori, Jorge A. Dristas, Gondwana Research 9 (2006) 485–499

Grupo Choiyoi

Lithofacies description

Lithofacies I This lithofacies is represented by lapillitic tuff and blue-white and gray crystalline tuffs with vitroclastic textures constituted by crystalloclasts, lithoclasts and vitroclasts. Diffuse and pseudoparallel fining upwards strata laterally extended constitute the lower portion of pyroclastic flows. Occasionally, they occur inside massive ignimbrites. Fiammes are scarce. The most abundant crystalloclasts are rounded plagioclases. The K-feldspar crystalloclasts show reaction borders due to thermal contraction and fine-grained micas as alteration products. Subangular phenoandesite lithoclasts with reaction borders and sizes between 2 and 4 cm appear randomly distributed in a tuff groundmass. The vitroclasts corresponds to glass pieces with Y, flat and circular forms They become more abundant in the upper levels, but are difficult to recognize in the basal ones. Replacement by sericite, montmorillonite and calcite is common. Groundmass size corresponds to that of a fine ash and is composed by microcrystalline aggregate of quartz, K-feldspar and mica, formed during recrystallization. Only a few relicts of the original vitreous textures were recognized. These deposits were produced during fall process.

Lithofacies II This lithofacies is represented by green to red tuffs, 9 to 40 m thick, that shows parallel strata and cross stratification, with lateral variation in thickness and lithology. Maximum thickness is locate at the base of the thick pyroclastic flows, whereas those of minor one appears in the middle of partially welded ignimbrites. The texture includes crystalloclasts, lithoclasts, vitroclasts and groundmass. More abundant crystalloclasts are quartz and plagioclase Subhedral K-feldspars are altered to sericite. Lithoclasts (2–3 cm diameter) are abundant and correspond to trachytes, ignimbrite fragments and plagioclase glomerules derived from granitic rocks or a magmatic chamber. Relictic glass with fluidal textures is partially replaced by clay minerals and albite. This lithofacies is cataloged as ground surge deposits and associated with lithofacies I

Lithofacies III Made up by poorly developed massive, clast-supported breccias, without internal sedimentary structures. Lithoclasts are mainly porphyric rocks, tuff fragments and low and high welded ignimbrites. Lithoclasts size reaches 40 cm. Clasts are enclosed in a vitreous matrix with scarce plagioclase and quartz phenocrysts. This lithofacies is located under of high-grade pyroclastic flows and surges and according to the indicated characteristics is interpreted as co-ignimbrite lag breccias and ground breccias (Cas and Wright, 1993).

Lithofacies IV Reddish to pale yellowish, homogeneous, low-grade welded ignimbrites represent this facies. Because they pass transitionally to lithofacies II, it is difficult to establish the sequence limits. They constitute discontinuous banks traced along several kilometers. They exhibit eutaxitic textures composed by crystalloclasts, lithoclasts, vitroclasts and groundmass. Subhedral to euhedral plagioclase phenocrystals are altered, whereas quartz is scarce in the lower parts of the sequence. Biotite is replaced by chlorites and fine clay minerals. Relictic minerals are amphiboles and altered pyroxenes. Lithoclasts (3 cm diameter) are of porphyric rocks and ignimbrites. Vitroclasts are stretched and partially deformed although some original dark glass shards remain. Fiammes are common and composed by devitrified glass, calcite, quartz and plagioclase. Groundmass is glass replaced by fine-grained clay minerals. Pyroclastic fall processes produced these deposits

Lithofacies V Represented by tabular, continuous and resistant layers of fluidal vitrophyres and perlites, 5 to 30 m thick located below pyroclastic flows. Eutaxitic texture is widely developed and crystalloclasts, lithoclasts, and vitroclasts immersed in a groundmass are common. Plagioclase xenocrysts present diffuse twins, and are altered and replaced by calcite, sericite and kaolinite. Other phenocrysts are biotites altered to chlorites. Accidental lithoclasts are trachytes. Fiammes are composed by K-feldspar and quartz due to recrystallization of glass. These rocks correspond to fluidal vitrophyres. 4.1.6.

Lithofacies VI Constituted by massive structureless ignimbrites, 30 to 100 m thick. They are associated with surge, breccia lavas and lava flows deposits formed by crystalloclasts, lithoclasts and vitroclasts. Crystalloclasts are subhedral quartz, altered K-feldspar, fractured and twinned plagioclases. Both feldspars are strongly albitized and display rounded borders due to reaction with the groundmass. Lithoclasts are low-welded dacitic and rhyolitic ignimbrites and vitroclasts show folding and refolding . Some of them exhibit spherulitic and bow-tie textures. The groundmass contains relictic textures. These deposits represent highly welded pyroclastic flows, developed during high temperature extrusion.

Lithofacies VII Represented by massive, red and orange lava flows, laterally continuous, with thickness changing between 20 and 40 m. They are linked to high-grade ignimbrites, dikes and sub-volcanic bodies. Phenodacite to phenorhyiolite lava flows with intersertal to trachyte textures are common in the lower part of the sequence, passing to phenorhyolites occur in the upper part. More abundant phenocrysts are subhedral quartz, K-feldspar and plagioclase. All are oriented along the magmatic flow. Glomerocrysts are of plagioclase; amphibole and pyroxenes derived possibly from a magmatic chamber. The dark brown vitreous groundmass is partially altered to calcite, quartz and feldspars. These deposits correspond to the effusive phases of the volcanic event. Lava flows associated to high-welded ignimbrites were extruded during the active volcanism, whereas those related to subvolcanic bodies belongs to the vanishing stage of volcanism.

Lithofacies VIII Represented by unconformable, resistant and massive subvolcanic bodies, dikes and high-degree ignimbrites. Thickness varies between 40 and 60 m, commonly with lateral thinning. Relictic amphibole and pyroxene together with glomerocrysts of plagioclase constitute tonalite xenoliths. According to petrographical and field characteristics, this facies is indicative of slow cooling neck-type conduits.

Lithofacies IX Characterized by brown, massive dacitic dikes, 5 to 10 m thick, cutting the lower part of the sequence . The pilotaxitic texture is composed by quartz, plagioclase and biotite phenocrysts and groundmass. Groundmass is constituted by plagioclase, feldspar and secondary quartz. Amphibole and pyroxene relicts are scarce. Xenoclasts are constituted by altered plagioclase inherited glomerocrysts. This lithofacies represent the final stage of volcanism together with the sub-volcanic bodies.

Lithofacies X Orange to red massive intrusive bodies, characterized by prominent vertical columnar disjunction, outcrops 10 km southwest of the analyzed area. Porphyric textures are made of quartz, plagioclase and Kfeldspar. Groundmass is completely devitrified and composed by fibrous quartz. These rocks represent rhyolitic domes and are related to sub-volcanic magmatic chambers. Their emplacement is due to resurgence after caldera collapse. Cortés et al. (1997) described such structures in the Cordón del Tigre, located 10 km west of Uspallata.

Geochemistry of the volcanic events

Twenty-six samples were analyzed in order to determine geochemical tendencies in the volcaniclastic sequence. Thirteen of them were analyzed at ACTLABS, Canada for major and trace elements using X-ray fluorescence and inductively coupled plasma mass. Other 13 samples were analyzed at the Instituto de Geociencias de la Universidade de Sao Paulo, Brazil. Major elements were determined by X-ray fluorescence, while trace elements in seven samples were determined by inductively coupled plasma mass. Geostandards used were MRG-1, JGb- 1, Jb1a and JG1a. Table 1 displays representative analyses.

Major elements The analyzed samples plot in the Cox et al. (1979) diagram in the trachyandesite, dacite and rhyolite fields (Fig. 5a). They display a calc-alkaline tendency with the first volcanic event located away from the alkali corner in the Irvine and Baragar (1971) diagram. According to Pecerrillo and Taylor (1976), samples of the first event classify as low and high-K andesites, whereas second, third and fourth as high-K or shoshonitic dacites and trachytes. Finally, fifth and sixth events plot as high-K rhyolite and high-silica rhyolites. As a whole, a high-K calc-alkaline to shoshonitic trend is recognized. Harker diagrams (not shown) indicate two events of crystal fractionation. The first one is related to basic plagioclase, spinel and nearly negligible pyroxene crystallization, whereas the second is related to biotite crystallization. Iron oxide displays a continuous diminishing as silica increase indicating magnetite crystallization along the volcanic sequence.

Trace elements In order to avoid misinterpretation of rock classification using major elements, samples were plotted in the Nb/Y–Zr/ TiO2 diagram of Winchester and Floyd (1977). Rocks were classified as dacites and rhyolites.

Two populations were recognized in the Nb versus Zr diagram. Samples with 200 bZr b500 ppm were classified as high-K peralkaline with Zr/Nb higher than 10. The Nb and Zr concentrations increase together indicating a strong crystal fractionation during first event and less important during second event.

Crystal fractionation is nearly absent in the third to fifth events. Sixth event falls into the sub-alkaline high-K field with Zr/Nb ratios less than 10. According to Leat et al. (1986), these rocks were classified as sub-alkaline and plot outside the calc-alkaline field. A more obvious contrast between populations was obtained using the Zr versus TiO2 diagram of Pearce (1980). There, most samples plot below the A–B line, which separate basaltic rocks from intermediate to acidic ones. Again, two populations are observed. The first one is made by samples of the first five events, with TiO2 concentration higher than 0.29 wt.%, which plot in the high-K and calc-alkaline field. The second group displays TiO2 concentrations between 0.05 and 0.08 wt.%, Zr ranges between 100 and 160 ppm and Rb between 114 and 250 ppm. This event corresponds to a population compositionally evolved. The chondrite-normalized spider diagram of Thompson (1982) shows considerably enrichment in LILE. This feature is explained by Pearce (1982) and other authors as due to enrichment by aqueous fluids derived from the subducted altered sea-floor.

Nb and Ta display pronounced negative anomalies relative to Th and La in events 1 to 5 (Nb⁎/NbN: 0.15, 0.13, 0.09, 0.10 and 0.10). The sixth event is characterized by a Nb⁎/NbN relationship of 0.2 indicative of a small negative Nb anomaly. Altogether, they indicate that subduction element contribution diminishes toward the last events. Depletion of Sr, P and Ti is also important and remains similar in events 1 to 3, with a marked increasing from events 4 to 6. Depletion of Ti and Nb can be explained by the presence of residual titanite and rutile in the source region, whereas Sr and Ba depletion are due to K-feldspar fractionation in events 1 and 2. Sr and Ba depletion in events 3 to 5 are due to equal proportion of plagioclase and FK fractionation, whereas event 6 is due to FK and biotite fractionation. The HFSE are relatively enriched when comparing with NMORB indicating that source magma region have receive contribution from both, subduction zone and within-plate components (Pearce, 1982).

Rare earth elements Rare earth element concentration varies between 77 and 271 ppm. Events 1 to 5 have similar concentration, between 156 and 271 ppm, whereas the sixth event between 77 and 193 ppm. Plotted in a chondrite-normalized spidergram using Sun and McDonough (1989) data, most events are undistinguished one of the other (Fig. 6a). Exception is the last event that displays pronounced negative Eu anomalies (Fig. 6b). For the first event, LaN/SmN varies between 2.9 and 4.75, whereas GdN/LuN fluctuate between 1.32 and 2.96. In the following events, these relationships keep more or less inalterable. A very little negative Eu anomaly can be detected in the spidergrams. The diminishing GdN/LuN values from the first to the fifth events indicate negligible fractionation of pyroxene and amphibole and absence of garnet in the parental rocks. The sixth event displays LaN/SmN values between 1.23 and 2.21, whereas GdN/LuN is between 1.06 and 1.24. This event exhibits a strong negative Eu anomaly owing of FK fractionation.

Tectonic interpretation of the first five events

First five events are high-K peralkaline rhyolites and rhyodacites with Zr/Nb higher than 10, similar to those rocks related to subduction. In order to obtain more precision about the tectonic environment setting, samples were plotted in the Rb-Y+Nb and Nb-Y (Fig. 6c and d) diagrams (Pearce et al., 1984). In both diagrams, samples from events 1 to 4 plot in the magmatic arc granites. In the second diagram, the tendency is more apparent because samples of the first event plot away from the volcanic arc granite–within-plate granite boundary. Finally, in a Th/Yb–Ta/Yb diagram (Pearce, 1983), most samples plot in the continental active margin field of the calcalkaline associations (Fig. 6e).

Interpretation of sixth event

The sixth event consists of high-K type, sub-alkaline rhyolites, highly evolved in terms of low TiO2 and high SiO2 (Fig. 5e). Nb and Zr concentrations indicate a new batch of In the volcanic succession of the Choiyoi Group at Quebrada de Santa Elena and Quebrada del Telégrafo, sixth event was recognized. Branney and Kokelaar (2002) suggested three principal mechanisms in order to explain eruptions of pyroclastic deposits and lava flows. The first mechanism is associated with the sustenance of voluminous Plinian columns. Surge, ash-fall and tephra deposits, as well as thick ignimbrites represent collapse of these columns. If the collapse of the eruptive column is complete (simple current, Branney and Kokelaar, 2002), it generates thick, low-degree ignimbritic deposits, due to temperature decreasing (fourth event). Lava flows are produced if some energy remains in the magmatic chamber (first event). In case of a partial collapse (sustained current, Branney and Kokelaar, 2002), high-welded zones develop (third event) inside of the low-degree ignimbritic deposit.

These types of events can end with caldera collapse due to the significant quantities of extruded material (fifth event). The second mechanism includes lava flows and represents magmatic chamber depressurization. Sub-volcanic bodies and dikes emplacement are related to this event. High-degree ignimbrites can be erupted if the magmatic chamber reaches very high pressure (second event). Dome and lava collapse represent the third mechanism. Highdensely welded ignimbrites characterize the high-pressure stage, whereas lava flows indicate low-pressure phase. Caldera collapse develops in case of large ignimbrite and lava flow thickness. The caldera collapse events are associated with resurgent domes, formation of high-welded ignimbrites, ash-fall and surge deposits (Cas and Wright, 1993), which in turn pass to fluidal vitrophires (sixth event). In agreement with the processes invoked above, the chemical analyses indicate that events 1 to 5 correspond to dacitic and rhyodacitic compositions, and rhyolites constitute the sixth event. Altogether indicate a calc-alkaline to alkaline evolution with a continuous fractionation trend.

However, Nb and Zr concentrations indicate two populations, which can be due to: (a) two different magmatic chambers, (b) one magmatic chamber with successive fractionation events or (c) two batch of magma separate in time with a slight different chemical composition. Only two localities can be considered as candidates for magmatic chambers, one located in the Mendoza River area and the other in Cordón del Tigre. The second option must not be discarded due to notable fractionation observed in several events. Furthermore, chemical and petrography evidences point towards a zoned magmatic chamber. The absence of important sedimentary deposit interbedded between the fifth and sixth events indicates that time span suggested in point (c) must be short or absent. The notable thickness of the ignimbritic deposits suggests the existence of a large magmatic chamber differentiated along time with a final input of a more alkaline magma batch. The nonexistence of the above cited sedimentary deposits, erosive surfaces or angular unconformity preclude to separate the volcaniclastic sequence in two formations that evolved in a separate mode as considered by Cortés et al. (1997).

In relation to the tectonic setting, trace element diagrams indicate that the first five events are linked to magmatic arc volcanism. In contraposition, the geochemical characteristics of sixth event indicate a longer residence time in the magmatic chamber. The within-plate signature of this event is associated with a period of tectonic quiescence, where magmatic chambers acquire a significant development. Sato and Llambías (1993) and Llambías and Sato (1995) observed a similar behavior in the Gondwana magmatism of the Cordillera de Colangüil, San Juan province. There, granodiorites and their volcanic counterparts of the Choiyoi Group lower section were related to subduction processes, whereas granites, rhyolites and rhyolitic ignimbrites of upper section belong to within-plate magmatism. The Choiyoi Group units, cropping out between Calingasta and Agua Negra rivers (San Juan province), display a similar geochemical behavior and tectonic setting that those of the Colangüil area (Heredia et al., 2002). As previously indicated, the outcrops of the Permo-Triassic volcanic succession at Quebrada de Santa Elena and Telégrafo were described by Cortés et al. (1997) and assigned to Portezuelo del Cenizo (Coira and Kourkharsky, 1976) and Tambillos Formations (Cortés, 1985).

In their type locality, the Portezuelo del Cenizo Formation represents Choiyoi Group lower section and includes conglomerates, sandstones, andesitic lava flows and breccias. In the studied area, the absence of proximal sedimentary sequences indicates that this formation is absent. Indeed, the basic rocks of the lower section are not represented in the Uspallata area in contrast with those recognized in the Cordillera de Colangüil by Llambías and Sato (1990), Cordillera del Tigre by Coira and Kourkharsky (1976) and Cordón del Plata by Caminos (1965). The sequences analyzed in this paper are correlated with the Horcajo Formation of the Río de los Patos area (Mirré, 1966) and with the upper, acidic section of the Choiyoi Group of Colangüil area. Currently, this section was assigned to a within-plate stage, which follows the subduction related Choiyoi Group lower section. However, according to our data, the Choiyoi Group upper section of Uspallata area displays petrologic and geochemical characteristics of subduction related magmatism. Only the last, sixth event, seems to be related to a within-plate environment. Nevertheless, a subtle within-plate contribution was observed in the previous events, indicating that volcanic arc develop occurred under extensional conditions. The extensional condition increased during the sixth event. This extensional condition expands foreland, mostly during Triassic times, and is associated with the aperture of the continental Cacheuta Basin

Formación Mal País
Se define la Formación Mal País para los afloramientos de volcanitas lávicas y piroclásticas neopaleozoicas de la zona de Pampa de Canota. Estas rocas fueron cartografiadas y descriptas por Harrington (1941) bajo la denominación de "Manto de porfiritas y de párfiros cuarcíferos, asignándoles edad del Triásico Medio y Groeber et al. (1952) las incluyeron en la serie Choiyoilitense. Importantes afloramientos de esta Formación se encuentran en las elevaciones de rumbo meridional que limitan por el este la Pampa de Canota y se extienden hacia el norte. Ellas constituyen la sierra de Mal País.


La Formación Mal País está integrada por volcanitas lávicas fenoandesíticas con intercalaciones de tobas soldadas de colores dominantemente morados y en menor medida grises, rosados y rojos, que formaron parte de estratovolcanes.
La unidad apoya en discordancia angular sobre la Formación Villavicencio y en el este de la quebrada de Las Pircas se apoya sobre el Conglomerado Pircas en discordancia de bajo ángulo (Harrington, 1941). Su techo lo constituyen areniscas gruesas, en partes conglomerádicas finas de color rojo del Grupo Uspallata, que afloran en la suave elevación que separa la pampa de Canota de la depresión que se encuentra a su oeste. El espesor de la unidad es variable

La sección tipo se encuentra en los cerros del borde oriental de la pampa de Canota, en donde se integró una sección de 540 m de espesor. En la parte inferior hay traquidacitas lávicas intensamente diaclasadas, con fenocristales de plagioclasa de colores anaranjados en abundante pasta de color morado, con una intercalación de ignimbritas con lentes (fiames) grises en abundante matriz de color rojo ladrilo. Las partes media y superior consisten en varios mantos de fenoandesitas biotíticas con fenocristales de plagioclasa blancos de hábito tabular fino que alcanzan 12 mm de largo, suborientados en pasta de color gris-morado de brillo mate que en algunos casos contiene pirita diseminada, con una intercalación de tobas gris-rosadas y culminando con un nivel de tobas con soldadura extrema con lentes contorsionadas de colores grises en matriz morada con cristaloclastos de plagioclasas anaranjadas. En el borde oriental de la pampa de Canota se destacan varios cuerpos de rocas porfíricas moradas que se interpretan como los núcleos y cuellos de volcanes erosionados.
En corte delgado estas rocas tienen texturas glomérulofíricas de fenocristales bien diferenciados, o bien porfíricas seriadas, con plagioclasas como mineral dominante y mafitos   modificados  por   limonitización, frecuentemente relacionada con anteriores sulfuras de los que permeneen relictos. Las plagioclasas suelen estar albitizadas, conservándose relictos de andesina cálcica hasta labradorita sódica. Las pastas están impregnadas con limonitas y carbonatos, los que en algunos casos tienen color verde (malaquita?) alrededor de cristales opacos.
Al norte de pampa de Canota, Harrington (1941) asigna a esta unidad un espesor máximo probable de 1000 m, señalando su rápida desaparición o adelgazamiento lateral en algunos sectores. La describe como un manto de volcanitas porfíricas, tobas, brechas volcánicas y "aglomerados piroclásticos" (ignimbritas?) cuyas coloraciones dominantes son violáceas además de gris verdoso oscuro y pardo amarillento claro. De las descripciones se interpreta que predominan andesitas hornblendíferas y piroxénicas casi siempre alteradas cuyos mafitos se reconocen por el hábito prismático, dado que están totalmente reemplazados por biotita, clorita y magnetita. Según el mismo autor, en el borde norte y noreste de Pampa de Canota hay mantos de pórfiros cuarcíferos coronando estas fenoandesitas.
Las rocas son subalcalina y peraluminosa (ver Koukharsky 1997) y en el diagrama TAS se clasifica como traquita. Sus contenidos normalizados de tierras raras livianas son comparables a los de muestras de otras unidades del Grupo Choiyoi, con un mayor fraccionamiento de la tierras raras pesadas. En los diagramas de discriminación tectónica de Wood (1980) sus valores se platean en el campo de las series calcoalcalinas.
Las capas de la Formación Mal País forman pliegues amplios, como parte de bloques longitudinales separados por fallas inversas y cortados por fallas de rumbo.

Edad y correlaciones
Se realizó la datación K-Ar en roca total de una muestra de la Formación Mal País, cuyos resultados de 263,0 15,0 Ma le asignan una edad mínima indudablemente del Pérmico. Las características mineralógicas y geoquímicas permiten correlacionar estas rocas con las de la Formación Tambillos, por lo que la unidad se asigna al Grupo Choiyoi.

 

Plutón Guido (244 Ma)

Plutón Cacheuta (242 Ma)

 

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Sector del Cordón del Plata y del Portillo (Cordillera Frontal)

Cordón del Plata y sur de la Precordillera Mendocina

Tomado de Early Permian arc-related volcanism and sedimentation at the western margin of Gondwana: Insight from the Choiyoi Group lower section, Leonardo Strazzere, Daniel A. Gregori, Leonardo Benedini, Geoscience Frontiers 7 (2016) 715-731

 

Stratigraphy of the Choiyoi Group lower section

Historically, the Choiyoi Group was divided into three sections: lower, mainly basaltic; middle, andesitic; and upper of daciticrhyolitic composition (Polanski, 1958, 1964; Caminos, 1965; Rolleri and Criado Roque, 1970). This division excludes the conglomerates and sandstones located unconformably over the upper Carboniferouselower Permian marine sequences. This unit was named Conglomerado del Río Blanco by Caminos (1965), whereas the basaltic-andesitic section was named Portezuelo del Cenizo Formation by Coira and Koukharsky (1976). In this paper, we include the Conglomerado del Rio Blanco in the Choiyoi Group because this sedimentary unit is transitional to the volcanic rocks. Therefore, the Choiyoi Group lower section is composed by sedimentary facies, the Conglomerado del Río Blanco and volcanic facies, the Portezuelo del Cenizo Formation. Llambias et al. (1993) were the first authors that include the Conglomerado del Rio Blanco in the Choiyoi Group.

Conglomerado del Río Blanco

Two detailed profiles (40-60 m thick) were carried out in order to determine facies association and environments. The profiles are located in the western side of Cerro Chacay (Cerro Chacay profile) and in the western side of Quebrada de Don Bosco (Don Bosco profile). The outcrops are located along the eastern slope of the Cordon del Plata and can be followed for more than 4 km. The average thickness is between 60 and 70 m although local depocenter can reach 150 m thick. During the analysis of the detailed profiles of the Conglomerado del Río Blanco six lithofacies (Lfs) were recognized.

Lithofacies I is composed of clast-supported conglomerates, whereas lithofacies II is represented by matrix-supported conglomerates. Fine-grained clast-supported conglomerates and coarse sandstones correspond to lithofacies III and lithofacies IV respectively. Upwards appears fine-grained sandstones and siltstones of lithofacies V and reworked tuff (Figs. 3a and 4c) of lithofacies Vl.

Facies association Three facies associations were recognized in the Conglomerado del Rio Blanco.

Lithofacies I to III represent the first facies association and indicate decreasing energy in fining-upwards mantled flows (Fig. 3b). The assemblage of high-density alluvial flows defined by lithofacies II represents the second facies association. They correspond to massive bodies (50 cme1 m thick) of rough coarsening-up sequences. Both types of alluvial fans suggest scarce participation of aqueous phase and sedimentation in a highgradient topographic scenario located near the source of sediments. Due to the absence of fluvial reworking at the top of the banks, we consider that the time in between each sedimentary event was short. The last section of the profile shows interbedding of siltstones and coarse sandstones up to 1 m thick that represents facies association III, typical of low-energy channelized flows (lithofacies IV and V, Figs. 3a and 4c, e). Reworked tuffs (lithofacies VI, were deposited in small water ponds where decantation of fine material and preservation of volcanic ash occur. Presence of pyrite crystal in siltstones and tuffs indicates reduced conditions. Interbedding conglomerates (lithofacies I and II) indicate alluvial fans due to tectonic reactivation on a local scale.

The presence of volcanic breccias and scarce lava-flows of the Portezuelo del Cenizo Formation interbedded in the Conglomerado del Río Blanco, suggest that both units are transitional and partly coeval. The thickness variations, the lateral changes in channelized and mantled flows and as well as the analyses of facies association suggest a significant irregular topography of the basin, with source areas located south and southeast and paleoflows directed north and northwest.

Portezuelo del Cenizo Formation The volcanic and volcaniclastic rocks of the Portezuelo del Cenizo Formation conform a continuous NNEeSSW belt (Fig. 2) located conformably on the Conglomerado del Río Blanco (Fig. 3a) and unconformably on the Loma de los Morteritos Formation in the western side of Cerro Chacay. In this area, the Conglomerado del Río Blanco rest on a surface dipping 30 to the northwest on the folded Loma de Los Morteritos Formation (Fig. 2). Along the Cuchilla Cinco Mogotes and until Estancia Cueva del Toro, the Portezuelo del Cenizo Formation covers unconformably the marine sedimentary rocks and dips 20e35 SE. Along the NNEeSSW belt of the Portezuelo del Cenizo Formation, eleven detailed profiles were measured, allowing recognition of five volcanic lithofacies (VLfs.). From those, five are depicted and was used to interpret eruptive styles and the development of the volcanism

In small depocenters interbedded in the volcanic rocks, four sedimentary lithofacies were also recognized. Although some sedimentary facies look similar to those observed in the Conglomerado del Río Blanco, the clasts and matrix composition are different, being necessary a different nomenclature (SLfs.). The volcanic lithofacies (VLfs.) can be divided as follows: the VLfs. I is basic breccias (Figs. 4a, b and 5b); the VLfs. II is represented by massive phenobasalt to phenoandesite lava flows and VLfs. III is massive phenoandesite to phenodacite lava flows (Figs. 6c and 7b, c, d); VLfs. IV is represented by agglomerates and is displayed in Fig. 5a; whereas VLfs. V is massive phenodacitic pumiceous pyroclastic flows.

Eruptive styles

Three different eruptive styles were recognized during facies analysis. Two are genetically related, mostly represented in the Cordón del Plata and the Cuchilla de los Cinco Mogotes, whereas the other belongs to a volcanism of different composition located near Quebrada de Los Manantiales and Cueva del Toro.

The first style corresponds to the eruption of phenobasaltic to phenoandesitic lava-flows (VLfs. II and III, Figs. 4e7). The emplacement of this type of flow requires low content of dissolved gas in the magma or releases from a magmatic chamber prior to eruption. There is a transition between intersertal-intergranular olivine basalts and trachytic texture andesites and dacites with up to 30% phenocrysts (VLfs. III, Figs. 6 and 7). The last are more common in the central-north part of the studied area. Autobreccia levels are closely related to this type of eruption and some agglomerate levels are linked to the lava-flows (VLfs. IV, Fig. 5a).

The second volcanic style consists of block and ash flows (Cas and Wright, 1993), lava debris flows or hot avalanches deposits of Francis et al. (1974) (VLfs. I, Figs. 4 and 5). They are represented by pyroclastic flows of small volume and scarce lateral development, up to 200 m long, generated by lavadome collapse and lava collapse (Cas and Wright, 1993). Due to the absence of domes in this area, the collapse of lava-flows, located in the flanks of the volcanoes is assigned to this type of deposit. The volcanic fragments were generated without an important participation of volatiles. The existence of radial-curved joints and breadcrust textures in several profiles indicates that the volcanic flows are of high temperature. Some agglomerate levels are closely related to the block and ash flow deposits (VLfs. IV, Fig. 5a).

The third volcanic style is of phenodacitic to phenorhyolitic composition and the elevated proportion of vesiculated material implicates that a viscous magma with high quantity of volatiles was release during eruption. The disposition covering an irregular topography, as well as, the homogeneity of this deposit is proper of a volatile rich, high temperature, pyroclastic flow, with high-welded glass. This conclusion is supported by the high content of fine vesiculated material deposited at elevated temperature allowing glass compactation and fiammes formation, typical of this volcanic event (VLfs. V, Figs. 6 and 7). At the base of the ignimbrites levels were recognized breccias that are interpreted as co-ignimbrite lag breccias and occurred during the moving of pumiceous flows with a progressive segregation of lithic fragments (VLfs. V, Figs. 6 and 7). It was recognized interbedding of pumiceous pyroclastic flows and massive phenobasaltic, phenoandesitic and phenodacitic lava, indicating that both types of volcanism were active during the same time. On the other hand, the presence of volcanic fragments corresponding to VLfs. II and III (Figs. 6 and 7) suggests that the collapse of a column generated during an explosive eruption took place after the main lava-flow event. Dacitic to rhyolitic pyroclastic volcanism was also described by Cortés et al. (1997), Strazzere and Gregori (2005) and Strazzere et al. (2006) in the Quebrada de Santa Elena and Quebrada del Telégrafo, located in the left side of the Mendoza river, 10 km away from the studied area.

Epiclastic sequences related to the Portezuelo del Cenizo Formation

The processes of erosion, transportation and redeposition of pyroclastic or effusive fragment were dominant during intereruption periods. The source of this material comes from the steep slope of volcanoes, topographic highs and volcanic piles. Four sedimentary lithofacies (SLfs) were described and two facies associations were identified (Table 3).

Lithofacies I (SLfs. I) is matrix-supported conglomerates; lithofacies II (SLfs. II) corresponds to coarse lithic sandstones (Fig. 5c), while fine-grained sandstones and siltstones (Fig. 5c) are lithofacies III (SLfs. III), and lithofacies IV (SLfs. IV) is dark crystalline limestone (Fig. 5d). These accumulations of sediment are produced by gravitational collapse, mass-flows and running water from rivers and rain. This kind of depocenter is locally restricted and exclusively formed in a volcanic landscape, consequently clasts from oldest units are almost absent in the conglomerates.

Sedimentary facies association In the Cuchilla Cinco Mogotes and Quebrada de los Manantiales profiles were recognized two facies associations. Facies association I comprises lithofacies I, that represent alluvial fans formed by high-density gravitational flows. They are uniform and compact, with rude or absent stratification and may present clast segregation in coarsening-upward sequences (Fig. 5c). This type of accumulation suggests considerable gradient and steep topographic, as well as, proximity to the areas of erosion with minimal participation of water flows. Periods between each depositional event seem to be long enough to allow the development of high-energy fluvial deposits that modify the fans roofs. In some cases, amalgamated levels show lateral wedging, typical of alluvial fans. Facies association II, that corresponds to the lithofacies II and III, shows fining-upward, channelized sequences, typical of lowenergy flows. Profiles of erosion are characteristics and display erosive bases. Clasts included in the channels correspond to altered dark basalts and andesites, while reworked volcanic material is common along the sequence.

Sedimentary structures are poorly developed and correspond to parallel and cross-stratification. These channelized low-energy flows, end in playa-lake environments or small depressions where mud and limestone of lithofacies III and IV were accumulated (Fig. 5d). The abundance of boulders identified as andesites and basalts of the Portezuelo del Cenizo Formation, together with subordinate Carboniferous sandstones and pelites suggests the existence of a paleorelieve developed on the volcanic and sedimentary sequences.

Geochemical composition of Portezuelo del Cenizo Formation Geochemical analyses were carried on 18 representative samples for major, trace elements, and REE. Three samples represent basic breccias (block and ash flows), 7 samples are from massive phenoandesite flows, 3 from massive phenodacite lava-flows and 5 come from pumiceous phenodacitic pyroclastic flows. The analyses were performed using INAA and ICP-MS at ACTLABS (Canada). Major, trace and rare earth element data for the volcanic rocks are shown in Table 4. 4.1. Major elements Due to the elevated values of LOI, the chemical classification based on major elements must be taken carefully. SiO2 content varies between 52.31 and 70.30 wt.%, whereas K2O and Na2O are between 1.94e5.09 wt.% and 3.17e7.11 wt.% respectively. FeOT oscillates between 2.29 and 8.01 wt.% and MgO is between 0.04 and 3.33 wt.% (Table 4). The rocks are andesites, dacites and rhyolites. Harker diagrams (not shown) for the major elements display decreasing trends for Al2O3, P2O5, TiO2, FeO, Fe2O3, CaO and MgO content with increasing SiO2. K2O and Na2O have a positive trend with increasing SiO2

Three distinctive groups of volcanic rocks can be observed in the TAS diagram of Le Maitre et al. (1989). The first group (VLfs. I and II) corresponds to basalts, trachyandesites, and andesites. The second group (VLfs. III) corresponds to trachytes and trachydacite and the last (VLfs. V) falls in both, trachydacite and rhyolite fields (Fig. 8a). All the samples are potassium-rich in the Pecerrillo and Taylors (1976) diagram (Fig. 8b) and most of the samples belong to the high-K series, from basandesites to rhyolites along a calc-alkaline trend. The same result was obtained in the AFM diagram of Irvine and Baragar (1971), where the samples displayed a calc-alkaline trend (Fig. 8c).

Both TAS diagram of Le Maitre et al. (1989; Fig. 8a) and AFM diagram of Irvine and Baragar (1971; Fig. 8c) display a small gap between volcanic lithofacies I and II and volcanic lithofacies III and V. The Mg# ranges from 18 to 33 for VLfs. I and II, between 13 and 20 for VLfs. III, and 1.32 to 12 for VLfs. V displaying a decreasing of Mg# with increasing of SiO2.

Trace elements According to the Zr/TiO2 versus SiO2 diagram (Winchester and Floyd, 1977, Fig. 8d) the samples fall in the andesite field (VLfs. I and II) and dacite to rhyodacite fields for VLfs. III and V (Fig. 8d). If samples from Quebrada de Santa Elena (Strazzere et al., 2006) are also plotted, a continuous trend from andesite to rhyolite can be observed. In the study area andesitic rocks are more common that in Quebrada de Santa Elena, where all the samples are subductionrelated (Strazzere et al., 2006). The sixth event described in Quebrada de Santa Elena, Strazzere et al. (2006) is not represented in the study area. The SiO2 versus Sr or Ba diagrams show a negative correlation due to plagioclase fractionation (not shown).

The spider diagrams (Fig. 8eeh) of trace elements and REE have been normalized to chondrite (Thompson, 1982) and display positive anomalies in LILE and strong negative Nb and Ta. The basaltic trachyandesites, trachyandesites and andesites suites show strong negative Nb and Ta anomalies and enrichment in Sr, P and Ti that the trachytes and trachydacites to rhyolite group (Fig. 8e). Samples are similar (Fig. 8f) to those of continental arc rocks of Müller and Groves (1995). Trachytes (VLfs. III), trachydacites to rhyolites (VLfs. V) are coincident with the first five events from Quebrada de Santa Elena (Strazzere et al., 2006) whereas basaltic trachyandesites, trachyandesites and andesites (VLfs. I and II) are the less evolved rocks of the sequence. When compared with samples of the Choiyoi Lower section from Cordón de Colangüil (Sato and Llambías, 1993) and Cerro Pajarito (Poma and Ramos,1994), the trachytes and trachydacites to rhyolites display a similar trend, but the basaltic trachyandesites, trachyandesites and andesites show more negative Nb, Ta, and Th anomalies (Fig. 8f). If samples of the Cerro Punta Blanca from Cordon del Portillo are compared (Gregori and Benedini, 2013), the basaltic trachyandesites, trachyandesites, and andesites show a bigger negative NbeTa anomaly meaning a major subduction component that the granites.

Rare earths The chondrite-normalized diagrams (Sun and McDonough, 1989) show (Fig. 9a) that samples are 100e200 times enriched in light REE and 10 to 30 times in heavy REE respect to chondrite. There is an ongoing evolution from basaltic trachyandesites towards rhyolites where the first suite is less enriched in light and heavy rare earths. The Eu anomaly is absent in the more basic suite but notable in the acidic facies. In order to compare samples of the studied area with the six events of the Choiyoi Group recognized at Quebrada de Santa Elena and del Telégrafo dashed fields (Fig. 9b) were built with data from Strazzere et al. (2006). Samples that match the first five events are the less enriched and less evolved members of basaltic trachyandesitic composition. The basaltic trachyandesites are comparable to samples of the Cerro Punta Blanca Stock of Gregori and Benedini (2013), while trachytes to rhyolites fit better with Cerro Bayo Stock of Gregori and Benedini (2013; Fig. 9c, d).

Geotectonic setting of the Portezuelo del Cenizo Formation

In the YbþNb vs. Rb diagram of Pearce et al. (1984) the dashed fields were built with data from Cordón de Colangüil (Sato and Llambías,1993), Uspallata area (Cortés et al., 1997) and Quebrada de Santa Elena and del Telégrafo (Strazzere et al., 2006). The samples of Cordón de Colangüil show magmatic arc affinities.

 

Age of the Portezuelo del Cenizo Formation

Within the lithofacies recognized in the Portezuelo del Cenizo Formation, the trachydacites have the largest number of zircon crystals, and since they appear in a relatively low position in the sequence, these rocks were selected for the geochronological study. Sample K2 comes from the Quebrada Seca profile , corresponds to a massive phenoandesite to phenodacite lava-flow 1-2 m thick. Scarce, non-vesiculated juvenile fragments of phenoandesite were recognized. Under microscope, porphyritic to trachytic texture with plagioclase, amphibole, pyroxene phenocrysts and a glassy groundmass were identified. Amphibole and pyroxene are replaced. Zircons were separated after crushing, using heavy liquids and magnetic separator and concentration by hand panning. Microphotography in transmitted and reflected light, shows euhedral crystals of zircon with sizes varying between 30 and 40 mm

Their internal zoning was detected by cathodoluminescence (CL) using scanning electron microscope (Fig. 10a). The sample was analyzed using the U-Th-Pb technique on zircon at the LaserChron Center, Arizona. A Laser e Ablation Multicollector ICP Mass Spectrometer was used for the detection of these elements, following the procedures described by Gehrels et al. (2008). The results are displayed in Table 5. The age obtained for the trachydacite is 277  3.0 Ma (Fig. 10) yielding a lower Permian (Kungurian) age. Therefore, the trachyandesites and trachybasalts, as well as, the Conglomerado del Río Blanco, which are located lower in the sequence must have older ages. Rocks with similar age were described by Barrionuevo et al. (2013) at Cerro Colón (La Pampa Province) where four U-Pb single zircon ages average 261 Ma. Barrionuevo et al. (2013) interpreted these ages as belonging to the Upper Section of Choiyoi Group. Also in La Pampa Province, in isolated outcrops of rhyolitic rocks Domeier et al. (2011) get U/Pb ages in zircon of 268, 263 and 257 Ma, possibly related to the Choiyoi Group volcanism. In the eastern part of the Domeyko Cordillera, northern Chile, the La Tabla Formation consists of a 800 m thick succession formed of rhyolites, rhyolitic tuffs, breccias, and basaltic intercalations (without exposed base). U-Pb in zircon of banded rhyolites and rhyolitic tuff yield ages from 282.0  11.4 to 270.4  4.6 Ma (Maksaev et al., 2014).

Batolito Compuesto de la Cordillera Frontal

Plutón de la Cuchilla de Las Minas, Plutón de Santa Clara, Plutón de La Yesera, Plutón de La Carrera,Plutón Los Tábanos, Plutón de la Quebrada de Guevara (231 Ma), Plutón de Vallecitos (237 Ma)

 

 

Sector del Cordón del Portillo (Cordillera Frontal)

Grupo Choiyoi

Comienza con un complejo basáltico y sigue con secuencias andesíticasdacíticas y riolíticas-riodacíticas e ignimbritas. Las primeras noticias sobre esta asociación se deben a Stappenbeck (1917), quien la describió como compuesta por porfiritas y porfiritas cuarcíferas. El complejo basáltico fue descripto por González Díaz 81958) en una reducida área de la quebrada Totoral. En el sector que abarca esta Hoja aflora en la parte austral de la boca del arroyo de Las Cuevas.

La roca es un pórfiro basáltico hipabisal, algo propilitizado, pero es igual a la roca tipo de la quebrada Totoral. La sección máfica basal fue estudiada en detalle por Poma y Ramos (1994) en el sector oriental del cordón del Portillo, en el área comprendida por el arroyo Grande del Portillo, entre los parajes Samay Huasi y el Manzano Histórico (Fig. 4). El complejo basáltico inicial, en el cerro Pajarito, está compuesto por una serie de bancos de naturaleza volcánica, que comprende ocho episodios lávicos. Entre cada unidad lávica se interpone un material posiblemente piroclástico, muy alterado, y con expresión superficial negativa. Hacia el oeste, esta secuencia está en contacto tectónico con granitoides y está intruida en su base, por granitoides similares. Un dique aplítico de rumbo este-oeste, corta a toda la secuencia lávica indicando la naturaleza intrusiva de las rocas graníticas.

El espesor oscila entre 240 y 250 metros. Hacia el sur del arroyo Grande del Portillo, la secuencia lávica vuelve a asomar en el cerro Manzano. La base expuesta del perfil, en los cortes del camino de acceso, en la ladera occidental del cerro, está compuesta por basaltos afaníticos. Estos basaltos están cubiertos por unas volcanitas ácidas de naturaleza porfírica, actualmente induradas por un intenso metamorfismo de contacto. Estas rocas constituyen la cumbre del cerro y forman el basamento de la Cruz del Manzano. El sector más representativo de la sección basáltica es el norte, en la ladera del cerro Pajarito, donde la secuencia lávica está integrada por basaltos, basandesitas, andesitas y dacitas, atravesadas en su base por diques basálticos. Polanski (1964) describió, en la base de la unidad aflorante, basaltos olivínicos donde el piroxeno y la olivina se hallan enteramente reemplazados por óxidos de hierro, iddingsita y serpentina.

Todas las rocas analizadas están afectadas por un intenso metamorfismo de contacto; actualmente son hornfels anfibólicos con biotita de color oscuro y fuerte tenacidad. En los sectores próximos al contacto, la blastesis metamórfica enmascara las texturas originales; sin embargo, aún puede apreciarse su carácter porfírico. De cualquier manera, una textura gruesa original hubiera resistido los cambios texturales metamórficos por lo que se interpreta que estaban formadas por material de grano muy fino o aún vítreo. Desde la base hacia el techo se nota un incremento en el contenido en sílice de la secuencia volcánica. La mineralogía de estos hornfels, con plagioclasa y hornblenda, se considera representativa de la roca previa. La presencia de biotita en un porcentaje variable en algunas muestras, aunque no mayor a un 15%, sugiere para ellas una composición andesítica a dacítica. Los diques basálticos, asociados a los términos basales, conservan su textura ofítica o granosa gruesa original. El feldespato, en su mayor parte labradorita, se halla en cristales tabulares maclados, parcialmente englobados en hornblenda, la que aparece en grandes cristales prismáticos pseudomorfa según prismas de piroxeno. En las partes centrales de los cristales de mayores dimensiones, se reconocen relictos discretos de clinopiroxeno titanífero. Se observan algunas concentraciones de aspecto noduloso y varios milímetros de diámetro de mica (¿flogopita?) asociada a diminutos minerales opacos. En algunos individuos de plagioclasa se han preservado texturas previas al evento metamórfico tales como maclas curvadas y cristales deformados en forma dúctil.

El complejo andesítico-dacítico se localiza en el sector oriental del cordón del Plata y mediante falla yace sobre la Formación Loma de los Morteritos, dislocado y decapitado por la degradación post tectónica y cubierto en neta discordancia por el Conglomerado del Río Blanco. Este complejo es un potente paquete de distintas rocas, preferentemente extrusivas de lavas macizas, brechas y rocas piroclásticas diagenizadas y alteradas en distinto grado. En la mayoría de los afloramientos de andesitas, se destaca a simple vista la textura brechosa, cuyos componentes tanto entre los clastos como en la matriz, son invariablemente rocas andesíticas. Una parte de estas brechas rellenan bocas de volcanes, si bien Caminos (1964, 1965) describió otros afloramientos en mantos, como una consecuencia de un brechamiento de flujo (flow brecciation).

Los mantos andesíticos, como así también las brechas, suelen tener colores oscuros, castaños y pardo-morados. La alteración da a este complejo un tinte rosado a violeta. En general, la textura y los colores se mantienen más firmes en mantos, mientras que las brechas se alteran con mayor facilidad. En el área del arroyo Manzano, Coluccia (1999) identificó, según la división de Polanski (1964), a los miembros andesítico-dacítico y riolítico-riodacítico de la asociación volcánica de edad neopaleozoica. El miembro inferior andesítico-dacítico corresponde a las muestras S2, 98-16 y 98-39 (cuadro 3). Este conjunto de rocas aflora en ambas márgenes del arroyo Manzano y se encuentran en contacto discordante con las sedimentitas carboníferas. A su vez están intruidas por las rocas de la asociación plutónica neopaleozoica. Se han distinguido variaciones de facies en las mismas. El término basal está conformado por una autobrecha andesítica (S2) de color gris verdoso, con clastos subangulosos de tamaños variables desde unos centímetros hasta microscópicos. Están constituidos principalmente por plagioclasa y minerales máficos profusamente alterados, el material intersticial es sílice producto de la desvitrificación del vidrio.

Hacia arriba, la secuencia continúa con lavas andesíticas (98-16) gris verdosas, porfíricas. Microscópicamente poseen plagioclasa (algo alterada a carbonatos), minerales máficos (pasando a cloritas y epidoto), fenocristales de feldespato en cantidades accesorias y escaso cuarzo intersticial. Dentro de este miembro se han encontrado cuerpos subvolcánicos de composición dacítica (98-19; cuadro 3) de color gris, porfíricos, con fenocristales de plagioclasa, cuarzo, feldespato potásico, hornblenda y biotita.

El complejo riodacítico-riolítico está formado por riolitas oscuras y por riodacitas del borde oriental del cordón del Plata y fue descripto por Stappenbeck (1917). Son rocas de aspecto fluidal, vítreas, con pasta negruzca de brillo lustroso y fractura concoidal. El cuerpo riolítico de mayor tamaño se localiza hacia el norte de la presente zona de estudio, donde fue definido por Caminos (1964) como complejo riodacítico-riolítico. También se lo halla en el piedemonte, entre los ríos Chupasangral y Las Cuevas. Estas riolitas, al ser de cristalización hipabisal, tienen textura porfírica levemente acentuada, con frecuentes fenocristales rosados de ortosa a veces escasamente albitizada. La plagioclasa (oligoclasa) es siempre un elemento subordinado, pero presente. Los mafitos alterados y el cuarzo límpido abundan tanto como fenocristales como en la pasta (Polanski, 1972)

lateralmente a riolítico. La textura llega a riolíta félsica sin fenocristales (Polanski, 1964, 1972). Este miembro vuelve a aflorar en el arroyo Manzano (Coluccia, 1999), donde se han analizado algunas muestras representativas de este complejo (AM3 y V7, cuadro 3). Este miembro suprayace al anterior y los afloramientos se extienden hacia el oeste formando un gran plateau ignimbrítico riolítico. Las rocas son de colores rojizos, castaños y en algunos casos morados. Poseen textura porfírica con fenoclastos de feldespato potásico, cuarzo y plagioclasa; litoclastos de composición intermedia a ácida y gran cantidad de trizas y fiammes que al igual que la pasta se encuentran desvitrificados dando texturas características como la eutaxítica y la axiolítica. Modalmente, las muestras caen en el campo 3a y 3b del triángulo de Streckeisen correspondiente a ignimbritas riolíticas a riodacíticas.

Características geoquímicas

Se analizaron geoquímicamente muestras representativas de la secuencia volcánica (cuadro 4). Son rocas muy fraccionadas, con alto contenido de FeO* y alta relación FeO*/MgO, la que varía entre 2 y 12. Los basaltos carecen de anomalía de Eu, con excepción de la andesita del cerro Manzano (CM1). Elementos compatibles como el Cr y el Ni se encuentran en bajas proporciones (86-108 y 32-48 ppm, respectivamente). Contienen altos valores de K2O (1,9 y 4,24 %), tanto que en el diagrama K2O versus SiO 2 clasifican como shoshonitas. Dada la naturaleza metamórfica de contacto de estas rocas, el contenido de este elemento puede ser interpretado como expresión del fundido magmático o herencia de un proceso de enriquecimiento previo al metamorfismo. Sin embargo, se deja constancia que las relaciones Th/Yb versus Ta/Yb, indicarían también un carácter shoshonítico para las rocas más jó- venes de la secuencia local. Se carece aún de criterios para valorar estas alternativas y se expre-san reservas con respecto a los altos valores de K2O de estas rocas.

Los diagramas de tierras raras revelan un notorio enriquecimiento general y muy bajo enriquecimiento relativo entre ellas. Las relaciones entre las tierras raras livianas y pesadas presenta una pendiente muy baja, con una relación La/Yb menor a 10 (Fig. 5). El diseño casi paralelo de todas las muestras sugiere una fuente similar, aunque los valores disímiles de algunas relaciones entre elementos incompatibles insinúan que la misma no ha sido homogénea. El diagrama correspondiente a los elementos traza normalizados al MORB muestra un diseño general caracterizado por picos y depresiones típico de los ambientes orogénicos o arcos volcánicos. Así, hay un relativo empobrecimiento en Nb, Ta, Y, P y Ti, elementos de alto potencial iónico y un enriquecimiento en Th, Ba, K y Rb (Fig. 6).

El uso de los elementos traza como indicadores tectónicos permite corroborar un dominio de arco y la participación de la subducción en la señal geoquímica. Así, el clásico diagrama Th-Hf/3-Ta de Wood (1980), indicaría un ambiente de margen activo continental para estas rocas (Fig. 7). Los diagramas discriminatorios derivados de las relaciones entre Th/Yb versus Ta/Yb de Pearce (1983) (Fig. 8), o los de Ti versus Zr, Ce/Yb versus Ta/Yb entre otros, destacan la vinculación de estos análisis a una suite correspondiente a un arco volcánico continental. Rocas similares correspondientes al inicio del volcanismo neopaleozoico fueron estudiadas, un poco al norte, por Gregory et al. (1996) y corresponden al denominado basalto del arroyo Casas. Es una roca de grano fino a medio, de color gris oscuro, compuesta por hornblenda, actinolita, diópsido, plagioclasa y cuarzo intersticial y con textura microcristalina. Desde el punto de vista geoquímico, estas rocas poseen un rango de 44-47% de SiO2, son tholeitas con bajo potasio, metaluminosas, con relativo alto MgO (7,2%) y CaO (10%). De los elementos traza se interpretó que estos basaltos derivaron de un manto oceánico (véase cuadro 5a). Las rocas de la asociación volcánica neopaleozoica de la región del arroyo Manzano (Coluccia, 1999) fueron analizadas químicamente y presentan las características que se detallan en el cuadro 3.

El miembro inferior andesítico-dacítico corresponde a las muestras 98-16, S2 y 98-39 y según el diagrama de Winchester y Floyd (1977) se ubican en el campo de las andesitas y riodacitas dacitas (Fig. 9) (se ha utilizado una clasificación basada en elementos minoritarios, ya que las muestras estaban alteradas). Estas rocas poseen contenidos en SiO 2 de 57-64% (69,69% para la autobrecha, debido a la gran cantidad de material intersticial desvitrificado) y en Al2O3 de 15,4-15,8%. Son rocas de magmas subalcalinos y calcoalcalinos (Figs. 10 y 11).

En los diagramas de tierras raras (Fig. 12) se puede observar un enriquecimiento en elementos litófilos como el Ba y el Sr, también en Th y U. Las relaciones La/Ta ~50-127 indican claramente una impronta de arco volcánico. Las muestras 98-39 y 98-16 (Fig. 12) poseen anomalía negativa de Eu, lo cual estaría indicando fraccionamiento de plagioclasa en la fuente y por ende condiciones de bajas presiones para la formación de dichas rocas. En cuanto al ambiente tectónico de emplazamiento, el diagrama de Wood (1989) confirma la impronta de arco volcánico ya mencionada para las andesitas y dacitas (Fig. 13). Con respecto al miembro riolítico-riodacítico, las muestras AM3 y V7, según el diagrama de Winchester y Floyd (1977) se ubican en el campo de las riolitas (Fig. 9). Presentan porcentajes de SiO2 entre 72 y 77% y de Al2O3 entre 11,89 y 13,65%; son rocas calcoalcalinas (Fig. 11). En los diagramas de tierras raras se observa un enriquecimiento en álcalis, Th y U, lo cual sumado a altas relaciones La/ Ta (30-131) indicaría para dichas rocas una proveniencia de arco volcánico (Fig. 14). Estas riolitas presentan anomalías de Eu negativas, lo que señala fraccionamiento de plagioclasa. Edad y ambiente tectónico Sobre la base de sus relaciones estratigráficas se atribuye a este grupo una edad neopaleozoicotriásica. Las dataciones radimétricas de esta unidad en la Cordillera del Tigre (San Juan) arrojaron valores entre 281 y 230 Ma (Rapalini, 1989). Por su parte, Pérez et al. (1987) realizaron una serie de dataciones de riolitas aflorantes en los Paramillos de las Vacas, en el faldeo occidental de la Cordillera Frontal, inmediatamente al noroeste de la zona de estudio. Las riolitas arrojaron una edad de 203-204 Ma (Jurásico basal a esta latitud).

Gregory et al. (1996) asumieron para las volcanitas de la Cordillera Frontal, las edades determinadas por Caminos (1979) y por Caminos et al. (1982). Así, sobre la base de la relación estratigráfica de dichas rocas con la Formación El Plata, asignaron a las rocas básicas del arroyo Casas, una edad carbonífera inferior. Los nuevos datos obtenidos, a pesar del metamorfismo de contacto que presentan las muestras estudiadas, permiten postular que la sección basal máfica del Grupo Choiyoi comienza con una secuencia de arco volcánico continental. Esto corrobora la aseveración de Polanski (1964), para quien el complejo basáltico marcaba el inicio del magmatismo asociado a la orogénesis varíscica del geosinclinal neopaleozoico.

Estas secuencias básicas, si bien de escaso desarrollo geográfico dentro de la Cordillera Frontal, marcarían un período de subducción activa en el margen gondwánico occidental. Este ciclo se iría diferenciando y acidificando hacia los términos superiores y está seguido, en gran parte de la cordillera, por facies andesíticas y dacíticas relacionadas al arco magmático como las descriptas por Coira y Koukharsky (1976). Con posterioridad, la disminución de la velocidad de convergencia, inferida indirectamente de la curva de divagación polar aparente (Ramos, 1988; Kay et al., 1989 b) ubicaría al continente de Gondwana en una posición cuasi-estática. Este hecho sería responsable de la paulatina disminución del magmatismo de arco para culminar con un período de extensión generalizado (Mpodozis y Kay, 1990).

Esto podría haber llevado al cese de la subducción en el Triásico como fuera postulado por Kay (1993), con lo que culminaría el ciclo eruptivo gondwánico del Grupo Choiyoi. Kay et al. (1989 b) incluyeron a esta unidad dentro de lo que denominaron Provincia Choiyoi, que involucra a las volcanitas dominantemente ácidas y al plutonismo asociado de edad pérmico-triásica, que se extiende por más de 2500 km desde Collaguasi (22°S) en el norte de Chile hasta la cuenca Neuquina y el Macizo Nordpatagónico (40°S). En los últimos trabajos referidos a este grupo, se considera a sus términos basales, como representantes de un arco magmático emplazado en el margen occidental del Gondwana, durante el Paleozoico tardío (Ramos et al., 1986), el que se fue diferenciando y acidificando hacia los términos superiores.

Este arco magmático, según Kay et al. (1989 b), cesó durante el Pérmico superior-Triásico inferior por procesos extensivos a que fue sometido el borde occidental del Gondwana, dando lugar al desarrollo de los términos superiores del Grupo Choiyoi. La construcción de un arco magmático carbonífero-pérmico inferior en el margen del Pací- fico de Gondwana, se habría visto favorecida por la rápida deriva aparente del supercontinente con respecto al polo.

La fase compresiva San Rafael coincide con el fin del período de rápido desplazamiento continental. Desde el Pérmico tardío al Jurásico se produce una disminución de la velocidad de convergencia, inferida de la curva de divagación polar aparente, que ubicaría al Gondwana en una posición cuasi-estática (Ramos, 1988; Kay et al., 1989 b).

 

Batolito Compuesto de la Cordillera Frontal

Plutón de Las Cuevas, Plutón Tres Picos de Amor, Plutón de la Quebrada del Portillo (264 Ma), Plutón de Las Delicias, Plutón Co. Punta Negra (234 Ma) 

 

Esquema geocronologico del magmatismo Gondwanico

The Cordón del Portillo Permian magmatism, Mendoza, Argentina. Plutonic and volcanic sequences at the werstern margin of Gondwana. D. Gregori, Leonardo Benedini. Journ. South American Earth Sciences, 42, 61-73

 

 

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Sector del Cordón del Carrizalito (Cordillera Frontal)

Asociación Volcánica
Volkheimer (1978) describe un conjunto lávico-piroclástico compuesto por brechas ígneas basales, coladas andesíticas y riolíticas e intercalaciones ignimbríticas con un espesor estimado de 500 metros. Las mejores exposiciones se encuentran a lo largo del arroyo Moro, donde las coladas andesíticas inclinan aproximadamente 20° al oeste-noroeste.

En el arroyo Carrizalito la Formación Choiyoi en facies volcánica se inicia con una brecha basal de 30 metros de espesor con fragmentos provenientes de la Formación Las Lagunitas y matrix riolítica, continúa con coladas riolíticas e intercalación de mantos lávicos andesíticos. Esta brecha basal podría ser equivalente al Conglomerado del Río Blanco descripto por Caminos (1965). Algo más al norte, en las inmediaciones del Puesto Rincón Blanco, se han reconocido coladas fenoandesíticas de color rojizo. Al microscopio acusan hasta 35% de fenocristales de plagioclasa (andesina-labradorita) y lamprobolita como componentes principales y minerales opacos y piroxeno como accesorios, inmersos en una pasta hialopilítica desvitrificada. En el arroyo Casa de Piedra afloran mantos ignimbríticos de 15 metros de espesor aproximadamente, densamente soldados y con marcada disyunción columnar. Se trata de ignimbritas vítreas con textura eutaxítica conspicua, determinada por fiammes de color negro que no superan 1 cm de largo. En los sectores basales desarrollan zonas con pseudofluidalidad. Aguas arriba en el mismo arroyo afloran masas de pórfido riolítico de color rojizo. Las ignimbritas son de composición riolítica y contienen oligoclasa, feldespato potásico y cuarzo como componentes principales y titanita, apatita e hipersteno como accesorios. La matriz se presenta como un agregado felsítico.

En las nacientes del arroyo Papagayos la Formación Choiyoi se halla representada por un apilamiento de coladas, mantos de brecha, flujos ignimbríticos con variado grado de soldamiento y depósitos piroclásticos. Esta sucesión lávico-volcaniclástica varicolor, de espesor considerable, inclina unos 30° aproximadamente hacia el oeste (Fig. 3). Apoya en relación de discordancia sobre las lutitas y grauvacas plegadas de la Formación Las Lagunitas y está cubierta por las volcanitas de edad terciaria. En general, para todo el ámbito de Cordillera Frontal se admite (Caminos, 1964, 1979; Coira y Koukharsky, 1976; Cortés, 1985) que la unidad se halla integrada por dos secciones, una inferior de composición basáltica a andesítica, con sendas intercalaciones de depósitos sedimentarios de ambiente continental y una sección superior, de naturaleza netamente riolítica. Sin embargo, en el área abarcada por la hoja Vn. Maipo no se han reconocido términos basálticos como se describen en otras zonas ubicadas más al norte (Gonzalez Díaz, 1958; Polanski, 1964; Poma y Ramos, 1994; Ramos et al., 1999).

Asociación plutónica-hipabisal

Llas facies intrusivas de la Formación Choiyoi se hallan bien representadas en el extremo austral de la Cordillera Frontal y desde el arroyo Papagayos hacia el norte. En el primer sector aflora un cuerpo granítico de color rojo característico intruyendo a las leptometamorfitas devónicas y a las tonalitas carbónicas. Corresponde a la unidad denominada por Volkheimer (1978) Granito La Estrechura o Granito Rojo. Se trata de un cuerpo granítico de pequeñas dimensiones, se extiende unos 7,5 km a lo largo del río Diamante cubriendo una superficie de 28 km2. Forma las abruptas 12 paredes del cañadón del río Diamante en el paraje denominado la Estrechura, aguas arriba de la desembocadura del arroyo Las Lagunitas. También se incluye en esta formación un enjambre de diques de pórfido granítico rojo y posibles apófisis desconectadas del cuerpo principal. El granito es de grano medio, muy homogéneo y está compuesto por feldespato potásico de color rosado, abundante cuarzo hialino y biotita.

En el segundo sector considerado, más precisamente en las adyacencias del arroyo Cruz de Piedra, las rocas silíceas de la Formación Choiyoi presentan tonalidades claras, blanquecinas y blanco-amarillentas e intruyen a las metamorfitas de la Formación Las Lagunitas en pequeños cuerpos espacialmente desconectados. Cerca del Refugio Alvarado aflora un pórfido riolítico portador de fenocristales de feldespato potásico de hasta 1 cm de tamaño, en pasta microgranular. Aguas abajo sobre el mismo arroyo, asoman masas aplíticas de color blanquecino con fuerte tinción por óxidos de hierro. En las nacientes del arroyo Yaucha aflora un cuerpo granítico con dimensiones de stock, el cual se halla cataclastizado e intensamente afectado por alteración hidrotermal. Este granito porfiroide presenta megacristales de ortosa de hasta 10 centímetros de tamaño y se encuentra atravesado por vetas aplíticas y pegmatíticas portadoras de turmalina y muscovita.

En la localidad conocida como mina Yaucha aflora otro cuerpo granítico de grano grueso y color rojo anaranjado con fuerte diaclasamiento vertical. Presenta una relación de intrusividad con respecto a las volcanitas andesíticas de la Formación Choiyoi y gran desarrollo de venas aplíticas y pegmatíticas en la zona de contacto. El cuerpo muestra en ciertos sectores evidencias de alteración hidrotermal y mineralización diseminada de sulfuros metálicos, motivo por el cual ha sido objeto de algunas labores mineras en tiempos pasados. En las nacientes del arroyo Papagayos afloran pequeños cuerpos de pórfido riolítico de color gris, portadores de megacristales de feldespato potásico de hasta 6 centímetros de largo (Fig. 4). Estos cuerpos, de composición riolítica y pequeñas dimensiones (10-20 km2) exhiben variaciones texturales que incluyen diques aplíticos, pórfidos, granitos porfiroides y granitos de grano grueso como reflejo de los distintos niveles de emplazamiento. Si bien se hallan espacialmente desconectados entre sí estarían vinculados en profundidad a una única fuente magmática de edad choiyolitense.

En el extremo norte de los afloramientos de la asociación volcánica de la Formación Choiyoi se hallan flanqueados por cuerpos graníticos de mayores dimensiones, como por ejemplo el cerro Nacimiento de los Indios, atravesado por el curso inferior del arroyo del Rosario. En el Puesto de la Cantera afloran rocas graníticas de color rojo anaranjado, de grano medio a grueso, con abundante ortosa, plagioclasa parcialmente alterada, cuarzo y muscovita escasa. Fuera del ámbito de la hoja, en la Cordillera Frontal del norte de la provincia de Mendoza, la asociación plutónica Choiyoi adquiere dimensiones batolíticas (Polanski, 1964, Caminos, 1965, 1979). En el Cordón del Plata el batolito está compuesto por gabros, tonalitas, granodioritas y granitos (Caminos,1979). Estos granitos, los cuáles representan cerca del 80%, son leucocráticos y están estrechamente asociados con enjambres de diques riolíticos.

En el Cordón del Portillo Polanski (1964) diferencia dos complejos, uno granodiorítico-tonalítico y otro granítico. Sato y Llambías (1993) proponen la denominación de batolito El Portillo para englobar a todos los afloramientos de granitoides que se extienden entre el río Diamante hasta el río Mendoza. Gregori et al. (1996, en Ramos et al., 1999) estudiaron en detalle una serie de stocks graníticos en la zona del Cordón del Portillo y algo más al sur, en la zona del arroyo Manzano, Ramos et al. (1999) describen un conjunto de granitoides integrado por monzonitas cuarzosas, pórfidos graníticos a granodioríticos y microgranitos. Si bien los terrenos asignados al permotriásico en la hoja Vn. Maipo no cuentan con estudios de detalle, las características observadas sugieren su homologación con la Fm Choiyoi en facies intrusiva reconocida en el ámbito de la Cordillera Frontal mendocina y en el Bloque de San Rafael. Al establecer comparaciones surge como diferencia a resaltar la menor extensión relativa de los afloramientos y la homogeneidad litológica determinada por abundancia de granitos leucocráticos y ausencia de términos gábricos y tonalíticos, lo cual estaría obedeciendo más a diferencias en el nivel de exposición que a variaciones en el tipo de magmatismo.

 

 

Sector del Río Atuel, Malargue, Bardas Blancas (Cordillera Principal)

 

 

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PROVINCIA DE NEUQUEN

 

 

 

 

 

NEUQUEN

 

 

 

 

 

 

 

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Sectores del Lago Varvarco Campos, Rio Barrancas, Rio Grande, Cerro Domuyo, Sierra Azul, Sierra de Caracura, Sierra de Reyes (Cordillera Principal)

GRUPO CHOIYOI

Volcanitas mesosilícicas, tobas, areniscas

Antecedentes

Esta entidad que tiene un gran desarrollo areal, forma parte del prerift de la Cuenca Neuquina. Su localidad tipo se encuentra en la Cordillera del Viento, y fue denominada por Groeber (1946) como Choiyoilitense, sustituyendo su propia denominación previa de Serie Porfirítica Supratriásica (Groeber, 1929).

Distribución areal

En este sector, el Grupo Choiyoi aparece solamente en unos pocos bloques elevados tectónicamente. En el área del anticlinal Domuyo, sus afloramientos son relativamente reducidos, habiendo sido levantada por la masa intrusiva del Grupol Domuyo. En la zona de la sierra Azul forma parte del núcleo del anticlinal y posee como término más alto unos mantos de pórfidos cuarcíferos observables en el arroyo Coehuecó. También aflora en el flanco oriental de la las sierras de Cara Cura y Reyes y constituye además el núcleo de los braquianticlinales. En discordancia angular sobre esta unidad se depositan las unidades que corresponden a la etapa de inicio de apertura de la Cuenca Neuquina (depósitos de sinrift).

Litología

Méndez et al. (1995) subdividieron esta entidad en tres secciones sobre la base de sus características litológicas. Solamente la sección superior es la que aflora en esta zona. Está constituida por andesitas, tobas dacíticas y tobas riodacíticas que alternan con brechas y areniscas tobáceas. Los colores de la secuencia son los violáceos, rojizos y verdosos, y sus espesores están el orden de los 300 m en la sierra de Reyes (Méndez et al., 1995). De acuerdo con los estudios petrográficos realizados, las volcanitas corresponden, en términos generales, a una serie normal calcoalcalina (Caminos, 1972), observándose una acidificación gradual hacia las porciones más jóvenes, aunque en la sección superior de la sierra de Reyes y la Cordillera del Viento se produce una recurrencia en la evolución magmática. El predominio de piroclastitas sobre las lavas sugiere que el volcanismo fue del tipo explosivo. La presencia de las sedimentitas intercaladas indica la existencia de sistemas fluviales coetáneos (Méndez et al., 1995).

Relaciones estratigráficas

El Grupo Choiyoi es la entidad más antigua, no observándose su base, ya que sólo afloran los términos superiores del mismo. Sin embargo, puede asumirse, sobre la base de lo estudiado en la Cordillera del Viento al sur, la sierra Pintada y Cordillera Frontal al norte, que se apoya en discordancia angular sobre sedimentitas y volcanitas paleozoicas. También se apoyan discordantemente sobre esta entidad las distintas unidades del Mesozoico que constituyen el relleno de la Cuenca Neuquina.

Edad y correlaciones

Las dataciones radimétricas realizadas (Caminos et al., 1979, 1982) arrojaron los siguientes resultados: 252 ± 14 y 235 ± 10 Ma. Por ende, las volcanitas son asignadas al lapso pérmico inferior - triásico medio. El Grupo Choiyoi que aflora en este sector es correlacionable con el Choiyolitense de Groeber (1946), Formación Sierra Azul de Dessanti (1973) y Volcanitas Choiyoi de Méndez et al. (1995)

Las volcanitas que la componen corresponden a una serie normal calco-alcalina, observándose una acidificación hacia los términos más jó- venes que permite distinguir, sobre la base de los componentes litológicos, una sección inferior mesosilícica y otra superior silícica que, según Digregorio (1972), estarían separadas por una discordancia erosiva.

La sección inferior comprende la mayor parte de los afloramientos, integrándose con andesitas, brechas volcánicas y tobas andesíticas de colores violáceo, verde grisáceo y gris claro a oscuro. Las andesitas poseen textura porfírica con fenocristales de plagioclasa (andesina cálcica), maclada según Carlsbad, y escasos de biotita y hornblenda, en una pasta felsítica intercrecida con alto contenido de mafitos, teniendo a magnetita, titanita y apatita como minerales accesorios. Se hallan también intercalaciones de pórfiros andesíticos de colores gris verdoso y gris oscuro, textura porfírica, compuestos por fenocristales de plagioclasa (andesina) de hasta 2,5 mm de longitud, con maclas de Carlsbad, y hornblenda en pasta de cuarzo, plagioclasa y anfíbol, apareciendo apatita, magnetita y titanita como minerales accesorios.

La sección superior se manifiesta en Varvarco; se compone de riolitas, pórfiros riolíticos, tobas riolíticas y lítico-cristalinas de igual filiación, de colores blanco rosado, pardo rojizo y gris claro a oscuro. Las riolitas son de textura porfírica, con fenocristales de cuarzo incoloro con estructuras de engolfamiento, feldespato potásico (ortosa, sanidina) blanco lechoso a rosado, plagioclasa (albita-oligoclasa) y escasa moscovita, en pasta felsítica, microfelsítica o granular formada por cuarzo, feldespato potásico y plagioclasa, con titanita y circón como minerales accesorios. Las tobas riolíticas presentan textura porfírica o vitroclástica, con fenocristales de plagioclasa (andesina) o feldespato alcalino y cuarzo, en matriz vítrea o granular de cuarzo anhedral con/sin feldespato alcalino, teniendo a magnetita, titanita, rutilo y apatita como minerales accesorios. Las tobas lítico-cristalinas son de igual composición y contienen, además, litoclastos de andesitas, dacitas y tobas. Ambas secciones están groseramente estratificadas, con mantos de hasta 30 m de espesor.

Una facies hipabisal integrada por dique riolíticos, de textura afanítica y color pardo rojizo, atraviesa al Granito Radales al norte del arroyo Chacay y al sudeste de Varvarco; en el cerro Radales el granito es penetrado además por un dique lamprofírico color gris verdoso oscuro, de textura porfírica y composición diorítica con diseminación de pirita. Se interpreta a estos diques como una facies póstuma del Grupo Choiyoi.

En las zonas de contacto con la Granodiorita Varvarco las volcanitas están hornfelizadas, con introducción de andalucita y epidoto, mientras que en los contactos con el Granito Radales se encuentran decoloradas y afectadas por alteración hidrotermal. En la comarca se han medido 880 m de potencia para la secuencia (Pesce, 1981) y hacia el sur se estima un espesor de 2.000 m (Zöllner y Amos, 1973).

Relaciones estratigráficas

Se dispone en discordancia angular, cubriendo un paleorrelieve, sobre la Ectinita Guaraco Norte y es cubierta de igual manera por las volcanitas Cayanta y Coyocho, la Formación Invernada Vieja y depósitos glacifluviales e intruida por las plutonitas Varvarco, Radales y Butalón y la Andesita Collipilli. Digregorio (1972) mencionó que en la parte austral de la cordillera del Viento se observa una discordancia de erosión entre las secciones inferior y superior del Grupo.

Edad y correlaciones

Las relaciones estratigráficas regionales y las dataciones radimétricas entre 252 ± 14 Ma y 235 ± 10 Ma (Caminos et al., 1979, 1982) señalan para el Grupo Choiyoi una edad pérmica superior a triásica media en las cordilleras Principal y Frontal. En la cordillera del Viento el Grupo Choiyoi se asienta en discordancia sobre rocas graníticas de edad pérmica l.s. (Turner y Cazau, 1978) y es cubierto de igual manera por sedimentitas liásicas (Zöllner y Amos, 1973), por lo que queda acotada en el Pérmico-Triásico l.s. La correlación de la magnetoestratigrafía de la entidad con la escala patrón de reversiones de polaridad del campo magnético terrestre para el Paleozoico tardío-Mesozoico temprano, indica edad pérmica superior para la misma en la sierra del Chachil, al oeste de Zapala (Rapalini, 1988), la cual puede ser traspolada a la Cordillera del Viento dada la proximidad de la comarca

 

 

Sectores de la Cordillera del Viento (Cordillera Principal)

COMPLEJO VOLCÁNICOPLUTÓNICO HUINGANCÓ nom. nov.
Se propone la denominación del epígrafe para identificar unidades ígneas extrusivas e intrusivas aflorantes en las inmediaciones de Huingancó y Andacollo, en la vertiente occidental de la cordillera del Viento. Las unidades extrusivas fueron descriptas en su momento como Formación La Premia (Méndez et al. 1995) y las intrusivas como Granito Huingancó (Digregorio 1972).

De esta manera, se interpreta que el complejo de referencia está integrado por un ciclo ígneo cuyos afloramientos corresponden a la transición entre las intrusiones y las extrusiones. Es de destacar que en superficie se manifiestan solamente las cúpulas de los plutones, estando asimismo posiblemente expuestas las raíces de aparatos volcánicos complejos.

Las volcanitas extrusivas apoyan en discordancia angular sobre el Grupo Andacollo, en tanto que los intrusivos se emplazan cortando las estructuras plegadas del mismo. Por su parte, el límite superior del Complejo está dado por la extensa superficie de erosión que lo separa de la Formación Cordillera del Viento, conocida como discordancia Huárpica
La edad del complejo plutónico-volcánico Huingancó, queda claramente acotada entre el Pérmico inferior hasta el Triásico inferior por el hecho de estar comprendido entre el Grupo Andacollo (Carbonífero Superior) y la Formación Cordillera del Viento (Triásico Superior). Tal asignación cronológica resulta compatible como para establecer la correlación de este Complejo con el Grupo Choiyoi (sensu Rolleri y Criado Roque 1970) del Bloque de San Rafael y de la Cordillera Frontal, que se extiende entre las mismas edades.


a) Formación La Premia (Méndez et al. 1995)
Está constituida por un conjunto de unos 500 m de espesor compuesto por mantos masivos de ignimbritas silícicas intensamente soldadas gris verdosas a negras. Está expuesta sobre la margen izquierda del río Neuquén, aguas arriba de la quebrada del arroyo Huemules, donde aparece frecuentemente cortada por diques de riolita - pórfido riolítico, probablemente relacionados con la intrusión de los cuerpos de monzogranito del Granito Huingancó. Según lo puntualizaron Zöllner y Amos (1955; 1973), la Formación La Premia se asienta en discordancia angular sobre las sedimentitas de la Formación Huaraco.

Se estima que esta discordancia es el resultado de la acción producida por la fase orogénica San Rafael. A su vez, en algunas localidades al norte de Huingancó estas ignimbritas riolíticas están cubiertas por las brechas andesíticas de la Formación Cordillera del Viento. En consecuencia, por estas evidencias se propone incluir también en esta unidad a los "Pórfidos Cuarcíferos Superiores" que Zöllner y Amos (1973) cartearon al norte del arroyo Chenque Malal.

Estos autores adjudicaron con reservas esta unidad al Carbonífero, consignando que su edad no puede fijarse con certeza ante la ausencia de fósiles. En este trabajo, por su posición en secuencia y relaciones estratigráficas, se la asigna al Pérmico pudiendo alcanzar eventualmente el Triásico Temprano.


b) Granito Huingancó (Digregorio 1972)
Esta unidad, bien expuesta en las vecindades de Huingancó donde abarca una superficie de unos 24 km2, está integrada por plutones de granodiorita y de monzogranito a los que se asocian domos subvolcánicos riolíticos (Digregorio 1972, Zöllner y Amos 1955, 1973, Llambías 1986).

Las granodioritas están compuestas por plagioclasa, feldespato potásico, anfíbol, biotita y cuarzo. Contienen abundantes inclusiones microgranulares máficas y se encuentran atravesadas por diques máficos integrados por plagioclasa, ortopiroxeno, clinopiroxeno, escasa biotita, apatita acicular y mineral opaco.
Sin embargo, estos diques no afectan a la Formación Cordillera del Viento, por lo cual se los relaciona con la intrusión de la granodiorita. También contienen inclusiones metamórficas de pocos centímetros, revelando la presencia de un substrato metamórfico no expuesto.

Los afloramientos del plutón de monzogranito se encuentran entre los arroyos Rahue Co y Las Manzanas y tienen una extensión de 1,5 km2. Los monzogranitos intruyen al Grupo Andacollo, previamente deformado, con contacto neto y contienen pendants de esta unidad. Conforman un cuerpo leucocrático con escasa biotita y muscovita, el cual está atravesado por delgados diques sin-magmá ticos aplíticos, con núcleos pegmatíticos. Por la abundancia de estos cuerpos, se infiere que los afloramientos corresponden a una cúpula rica en volátiles de un plutón de mayor extensión. No se observaron contactos con la granodiorita, por lo cual no se conoce la edad relativa. Los domos de riolita se encuentran en las vecindades de la planta de concentración minera en los arroyos Huaraco y El Torreón e intruyen a la Formación Huaraco (Llambías 1986).

Su composición es leucocrática, con escasa biotita, estimada en 4 % de la composición de los fenocristales, que representan el 40 % de la roca. La pasta es esferulítica por desvitrificación. Los cuerpos plutónicos del Granito Huingancó están cubiertos en discordancia por las volcanitas de la Formación Cordillera del Viento, cuya edad, adjudicada al Triásico Superior por Groeber (1946), limita su edad más joven. Se conocen, además, algunas dataciones K-Ar de la unidad, que arrojaron para un domo riolítico valores de 260 ± 10 Ma (Llambías 1986) y para plutones de granodiorita de 287 ± 9 Ma (Suárez y De la Cruz 1997).

Por su parte, en el norte de la cordillera del Viento se obtuvieron edades de 259 ± 18 Ma (JICA, 1992). Estas edades radimétricas permiten adjudicar el Granito Huingancó al Pérmico.


Sectores de Loncopue (Cordillera Principal), Lago Aluminé, Rio Kilca, Río Litrán (Cordillera Neuquina)

La entidad aflora al sur del cerro Pino Solo cerca del límite con Chile, en las cabeceras del arroyo Haichol, en el arroyo Sanquilco y en el cerro Los Riscos. En la parte austral está expuesta en el faldeo septentrional de los cerros Mallín de los Caballos y Atravesada. Exposiciones más reducidas se encuentran en la margen derecha del arroyo Cochicó Grande, en el río Kilca, en el curso inferior del río Litrán y al sudeste del cerro Palau Mahuida.

Las volcanitas que la integran corresponden a una serie normal calcoalcalina. Su composición general es una alternancia de lavas de andesitas y, en menor proporción, dacitas y riodacitas, tobas dacíticas y brechas, aglomerados e ignimbritas de composición andesítica, de coloraciones pardo rojiza, pardo amarillenta, rojo violácea, violácea, verde oscura, verde grisácea y gris clara a oscura. De acuerdo con Leanza (1992), en la base suelen presentarse tobas dacíticas verde y gris verdosas, con estratificación gruesa a mediana, alternantes con areniscas finas pardo verdoso y moradas, subordinadas.

Estas intercalaciones se observaron en arroyo Sanquilcó, donde se encuentra una wacke arcósica de grano muy fino, color gris mediano, constituida por cristaloclastos subredondeados y subangulosos de cuarzo y plagioclasa en una abundante matriz formada por sericita, cuarzo, clorita y pequeñas escamas de biotita secundaria. La alteración biotítica sugiere un leve proceso metamórfico sobreimpuesto. Las andesitas se disponen en mantos groseramente estratificados, de hasta 30 m de espesor. Son de color morado, morado rojizo, gris verdoso y pardo amarillento, la estructura es porfírica con fenocristales de plagioclasa (albita, andesina) y escasos de biotita, hornblenda y actinolita, en una pasta felsítica a microfelsítica intercrecida con mafitos, con magnetita, titanita, leucoxeno y apatita como minerales accesorios.

Las brechas y aglomerados volcánicos andesíticos se disponen en mantos gruesos, no bien definidos. Son de colores pardo violáceo a grisáceo, con litoclastos subangulosos a redondeados de andesitas y vitroclastos desvitrificados, en una matriz de igual composición ocasionalmente con rasgos de fluidalidad. Las ignimbritas andesíticas tienen de estructura y textura porfiroclástica formada por pequeños litoclastos subangulosos de andesitas y escasos cristaloclastos de feldespato, en una matriz desvitrificada microfelsítica a criptofelsítica con marcados rasgos de fluidalidad. Las dacitas, de colores gris y gris verdoso, tienen textura porfírica, con fenocristales de cuarzo, plagioclasa (oligoclasa) y escasa biotita cloritizada, en una pasta vitrofelsítica con rasgos de fluidalidad. Se han determinado también tobas dacíticas litocristalinas, compuestas por litoclastos de dacita y andesita, cristaloclastos de cuarzo y plagioclasa (oligoandesina) y escasa muscovita, cementados por sericita-clorita que son productos de alteración del cemento original (Turner, 1976). En el arroyo Cochicó Grande afloran, además, dacitas color gris oscuro, de textura porfírica con escasos fenocristales de plagioclasa (albita) argilizada y carbonatizada y cuarzo, en una pasta traquítica gruesa integrada por feldespato, minerales opacos idiomorfos de sección cúbica y clorita intersticial.

La potencia de la secuencia es variable, lo que puede atribuirse a su adaptación a un pre-relieve o a su obliteración por fracturamiento. Inmediatamente al sur Leanza (1992) midió 867 m, en tanto que Freytes (1969) consignó 637 m para las nacientes del arroyo Carreri y 425 m para el cerro Mallín de los Caballos.

En diferentes sectores se han identificado rocas volcánicas metamorfizadas y alteradas que se considera que pertenecen a este grupo. Se las describe a continuación. En el curso inferior del río Litrán, en la base sur del cerro Batea Mahuida Sur y en la margen sudoeste del lago Moquehue, entre el arroyo Caricó y Villa Moquehue, se encuentran rocas andesíticas, en parte transformadas en hornfels, silicificadas y propilitizadas, con venillas y parches de carbonato/ sílice, carbonato/epidoto y de cuarzo, diseminación de pirita y localmente atravesadas por vénulas de granitoides.

Se interpreta que el metamorfismo y la alteración hidrotermal que presentan estas ocurrencias se deben a la intrusión del Granito Moquehue y de la Granodiorita Paso de Icalma, con los que parcialmente están en contacto.

Los afloramientos del curso inferior del río Litrán fueron asignados por Galli (1969a), con dudas, al Grupo Molle. Allí, sobre su margen derecha, se localiza una andesita alterada color gris mediano, de textura porfírica con fenocristales de plagioclasa argilizados, sericitizados y epidotizados y mafitos reemplazados por epidoto y clorita; la pasta felsítica está totalmente argilizada y epidotizada; hay agregados de titanita y una fina y abundante diseminación de pirita.

En la margen izquierda, por encima, aflora una ignimbrita andesítica color gris oscuro, de textura porfiroclástica, con escasos litoclastos de rocas graníticas y cristaloclastos de feldespato y mafitos totalmente alterados, en una matriz criptofelsítica, intensamente alterada, con rasgos de fluidalidad; las Loncopué alteraciones presentes en los componentes son argilización, sericitización, epidotización y cloritización; se observa silicificación en agregados y diseminación de pirita. Un poco al norte de la bifurcación de las rutas provinciales 13 y 23, sobre la primera, se halla brecha volcánica andesítica color gris oscuro, de textura brechosa formada por litoclastos subangulosos de andesitas alteradas y fragmentos de matriz de volcanitas básicas, en una base muy fina formada por feldespatos epidotizados, mafitos cloritizados y minerales opacos. Se advierten parches de carbonatos y silicificación localizada.

En el afloramiento de granodioritas de la estancia La Nevada hay enclaves de andesitas transformadas a hornfels color gris mediano a oscuro, con fenocristales de plagioclasa (andesina) argilizados y sericitizados en una pasta felsítica en la que se han generado cristales de sillimanita y de andalusita. Hay abundante pirita diseminada.

En la base del cerro Batea Mahuida Sur, interpretada también por Galli (1969a) como correspondiente al Grupo Molle, se halla una andesita alterada, de textura porfírica, con fenocristales de plagioclasa (andesina) intensamente sericitizados, anfíbol parcialmente desferrizado y escaso cuarzo; la pasta hipocristalina está totalmente cloritizada. En la margen sudoeste del lago Moquehue, en contacto con el Granito Moquehue, afloran andesitas alteradas color gris verdoso mediano a oscuro, de textura porfírica con fenocristales de plagioclasa (andesina) argilizada, carbonatizada y epidotizada y mafitos reemplazados por carbonatos, clorita, epidoto y titanita, en una abundante pasta microfelsítica a pilotáxica gruesa silicificada, argilizada y propilitizada. Se ha observado que, localmente, contiene clastos subangulosos de una metamorfita integrada por epidoto, clorita, carbonato y granate.

Se hallan también hornfels color gris oscuro, compuestos por un mosaico granoblástico de cuarzo, plagioclasa y biotita pseudorientados, además de relictos de hornblenda y, minerales accesorios tales como titanita, apatita y minerales opacos; se ven agregados de sericita producto de la alteración del feldespato. Finalmente, próximo al puente sobre el río Quillahue, se puede advertir que el granito del Granito Moquehue contiene un enclave de andesita basáltica alterada. La roca tiene color gris verdoso; la textura es porfírica con fenocristales de mafitos totalmente reemplazados por serpentina y carbonato, en una pasta abundante formada por plagioclasa argilizada y sericitizada y mafitos reemplazados por epidoto, clorita y carbonatos.

Similares observaciones fueron efectuadas en la comarca y al sur de ella por Latorre y Vattuone (1990), Vattuone et al. (1996), Latorre et al. (1997) y Lagorio et al. (2001).

Paleontología

Leanza (1992) citó la presencia de fragmentos de troncos fósiles silicificados en areniscas finas de la base de la entidad, inmediatamente al sur de la comarca del cerro Atravesada.

Relaciones estratigráficas

El Grupo Choiyoi se dispone en discordancia angular, cubriendo un paleorrelieve, sobre la Ectinita Piedra Santa y el Complejo Plutónico del Chachil y está cubierto de igual manera por las formaciones Lapa y Los Molles, los basaltos Tipilihuque, Hueyeltué y Huechahué, la Formación Mitrauquén, las ignimbritas Carreri y Alpehué y depósitos glaciarios. Está intruido por el Granito Moquehue, por la Granodiorita Paso de Icalma y por la Andesita Colipilli.

Edad y correlaciones

La unidad es equivalente con la parte inferior de la Serie Porfirítica Supratriásica de Lambert (1956) y el Choiyoilitense de Galli (1969a). Se correlaciona con la Formación Aluminé de Turner (1965b) y con la Formación Choiyoi de Leanza (1992). Al asentarse en discordancia sobre el Complejo Plutónico del Chachil (Pérmico inferior), y estar cubierta de igual manera por la Formación Lapa (Triásico superior), su edad queda acotada en el Pérmico superior - Triásico medio, en coincidencia con la edad que también adjudicaron a la unidad Cucchi y Leanza (2006) en Junín de los Andes.

La correlación de la magnetoestratigrafía de la entidad con la escala patrón de reversiones de polaridad del campo magnético terrestre indica para el grupo, en la sierra del Chachil, una edad del Paleozoico tardío - Mesozoico temprano (Rapalini, 1988).

Leanza et al. (2005) instituyeron en el depocentro de la Cordillera del Viento el reemplazo del Choiyoilitense sensu Groeber (1946) por la Formación Cordillera del Viento y, en el depocentro de Chacaicó por la Formación Ñireco, ambas por encima de la extensa superficie de erosión conocida como discordancia Huárpica.

Según Llambías et al. (2007), esta última refleja un cambio importante en la configuración tectónica del basamento de la Cuenca Neuquina, probablemente relacionado con una posible reactivación y/o cambio en el ángulo de incidencia de la subducción, que marca la finalización del Ciclo Gondwánico y el inicio del Ciclo Andino. Es a partir de esta discordancia que comienza la etapa con predominio de extensión litosférica, evidenciada por la formación de grábenes y hemigrábenes, y que luego continúa con la subsidencia de mayor amplitud en el tras-arco y el desarrollo de un arco magmático hacia el oeste, elementos que los citados autores consideraron como característicos de los comienzos del Ciclo Andino del margen continental activo de Gondwana.

 

Sectores de Río Alumine, Rio Malleo, Junin de los Andes (Cordillera Neuquina) y Sierra de Catan Lil, Sierra de Chachil, (Cuenca Neuquina)

Turner (1965a; 1965b; 1973; 1976) utilizó en su momento el nombre de Formación Aluminé para las rocas efusivas e intercalaciones piroclásticas que afloran en nuestra área de estudios en ambas márgenes del río Aluminé. Sin embargo, se considera que la Formación Aluminé es un sinónimo posterior de Formación Choiyoi, nombre este último que se acepta por tener prioridad. Por otra parte, digno es recordar, que el mismo Turner (1965a, 1965b, 1973, 1976) consideraba a la Formación Aluminé como equivalente del “Choiyoilitense”

Sus afloramientos se extienden en una franja de orientación norte-sur, cuyos límites occidentales y orientales están aproximadamente representados por los meridianos de 71º y 70º 30' de longitud oeste, respectivamente.

Las exposiciones septentrionales son las que se encuentran alrededor de la extremidad sur de la pampa de Lonco Luan, al noreste de Aluminé, y en ambas márgenes de los ríos Aluminé y Kilka. Desde el paralelo S 39º 30’ hasta el cerro Mallín Redondo, se presenta en extensos asomos en las márgenes del río Aluminé y del río Malleo y, un poco más al este, desde el cerro de la Ventana hasta el codo del río Catán Lil. Las más importantes exposiciones son las que se observan a ambos lados del río Aluminé entre los cerros Rucañanqui y Mallín Redondo en el sector occidental, mientras que los asomos orientales se extienden entre los cerros Redondo del Escorial y El Bandurrial, en especial en la región del cerro Chachil y en las sierras de Catán Lil.

Litología

La Formación Choiyoi está constituida por un conjunto de tobas, ignimbritas y volcanitas intercaladas. Las últimas están dispuestas en mantos de andesitas y brechas volcánicas las que tienen clastos angulosos de andesitas, cementados por tobas de igual composición; predominan en esta unidad los colores morados y verdosos. En sectores, está compuesta por coladas andesítico - dacíticas además de andesitas, tobas dacíticas y riodacíticas, brechas y tobas líticas, éstas con textura porfírica e ignimbrítica.

En el curso superior del arroyo Ñireco, la Formación Choiyoi presenta el mejor perfil, donde Leanza (1985, 1992 : 276) midió 867 m de depósitos dispuestos en pseudoconcordancia por debajo de la Formación Lapa.

Techo: Formación Lapa .......

Discordancia .......

Formación Choiyoi: Espesor: 867 m

197 m Andesitas de color castaño amarillento a morado, con textura porfírica. Los fenocristales presentes en un 25 % corresponden a plagioclasa y están inmersos en una pasta afanítica. El tamaño máximo de los fenocristales alcanza los 5 mm. Se observan algunos huecos diminutos rellenos con limolitas con lixiviación parcial. Los mantos se encuentran pobremente estatificados, superando muchos de ellos los 30 m de espesor. El conjunto está intensamente diaclasado.

185 m Tobas dacíticas gris-verdosas, con tonalidades naranja, castaño amarillenta o rojizas, con textura porfírica, bastante alteradas, dispuestas en bancos bien estratificados, de 1 a 3 m de espesor. En parte se separan en lajas. Afloran muy bien en la margen izquierda del arroyo Ñireco, frente al primer bosque de araucarias.

345 m Andesitas rojo-moradas, pobremente estratificadas con fenocristales blancos de plagioclasa que alcanzan los 5 mm, inmersos en una pasta afanítica. El conjunto aparece también intensamente diaclasado y en parte fracturado.

140 m Brechas y aglomerados volcánicos de color violáceo a gris claro, con clastos líticos subangulosos a redondeados con tamaño variable entre 5 y 20 mm. Los clastos corresponden a rocas porfíricas de tonos gris claro, gris rosado y morado-violáceo. Los contactos son sumamente irregulares y difíciles de establecer. Aflora muy bien en las inmediaciones del segundo bosque de araucarias, aguas arriba del arroyo Ñireco.

60 m Tobas dacíticas verdes y gris-verdosa, con estratificación horizontal gruesa, alternadas con areniscas finas subordinadas violáceas y moradas, que muestran estratificación entrecruzada de bajo ángulo. Estas areniscas suelen encerrar fragmentos de troncos fósiles silicificados. En esta parte no se observa conglomerado de base con el complejo plutónico subyacente, siendo el contacto neto. ...

Discordancia

Base: Complejo Plutónico del Chachil

En opinión de Turner (1965b; 1976) es probable que la base de esta unidad esté constituida por un conglomerado que tiene clastos de granitoides, y en menor proporción de esquistos, filitas cuarzosas y cuarcitas, o sea elementos que deben de provenir de la Formación Colohuincul y del Complejo Plutónico Huechulafquen.

Por su parte, Leanza (1985) confirmó la observación de Turner (1965b; 1976) con referencia a que términos basales de la unidad en aná- lisis existen rocas epiclásticas que pueden tener una potencia de hasta 60 m y a las cuales se asocian restos silicificados de troncos fósiles. Hay andesitas hornblendíferas cuya pasta está constituida por tablillas de oligoandesina, granos de hornblenda y abundante magnetita; la textura de esta base es microgranosa y a veces p enocristales, tabulares, son de andesina ácida, con débil zonalidad y pueden tener un reborde albítico; también hay fenocristales de hornblenda, eu a subhedrales, a veces cloritizados o epidotizados.

Entre la escuela de Kilka y el río Kilka, Caminos (en Turner, 1965b; 1976) describió una riodacita porfírica con pasta microgranosa - micrográfica que tiene fenocristales de oligoandesina, poco zonales, eu o subhedrales, de hábito cuadrático, en partes con reemplazo sericítico o calcítico. Los fenocristales de hornblenda, con ligero pleocroísmo, pueden estar reemplazados por clorita penninítica o epidoto; pueden formarse glomérulos de epidoto, titanita, cuarzo, opacos y material clorítico. En tanto, la pasta consiste de cuarzo en granos irregulares, tablillas de plagioclasa y ortoclasa anhedrales, con ligera caolinitización que los enturbia. En distintas localidades, entre ellas un pequeño cerro próximo a la estancia Los Remolinos, no mapeado por cuestiones de escala, se presenta una ignimbrita con flamas de color gris rosado, de material pumíceo. Al microscopio muestra una textura eutaxítica, con cristaloclastos de plagioclasa y epidoto en una base microcristalina por devitrificación.

A su vez, al sudeste de la estancia Pilolil, en un área considerada por Turner (1965a; 1973) como Formación Auca Pan, se ha comprobado la existencia de ignimbritas con textura eutaxítica, con flamas alargadas de hasta 1 cm de longitud, que lleva cristaloclastos de andesina y litoclastos de felsitas en una pasta vítrea. Esta roca ha sido clasificada como una ignimbrita dacítica cristalovítrica. Otra ignimbrita dacítica ha sido localizada a unos 7 km al noroeste de Aluminé y al sudeste del cerro Colihues; se trata de una roca de color gris violá- ceo obscuro, que tiene cristaloclastos de plagioclasa y cuarzo y litoclastos de andesita y pumicitas, dispuestos en una base cristaloclástica en proceso de devitrificación.

En el Rincón de la Media Luna también se presentan ignimbritas o flujos piroclásticos de textura porfiroclástica y una base vitroclástica devitrificada en la que se destacan cristaloclastos de oligoclasa y flamas junto con litoclastos de andesitas y pumicitas. Por último, al oeste de la pampa del León, en la margen izquierda del río Aluminé, se ha determinado la presencia de una ignimbrita riolítica de color gris rosado claro, con escasas flamas y litoclastos de rocas felsíticas; al microscopio se revela una textura cristaloclástica con una base vítrea con pseudofluidalidad donde se destacan cristaloclastos de cuarzo, plagioclasa y fragmentos líticos de felsitas. Relaciones estratigráficas La Formación Choiyoi se presenta en discordancia sobre los Complejos Plutónicos Huechulafquen y del Chachil y sobre metamorfitas de la Formación Piedra Santa.

Está cubierta en discordancia por rocas de la Formación Lapa y sedimentitas de las Formaciones Los Molles y Piedra Pintada. Al este de la pampa de la Horqueta es intruida por andesitas atribuidas a la Formación Auca Pan. En otros sectores, la Formación Choiyoi es cubierta por depósitos de la Formación Collón Curá y por los Basaltos Tipilihuque y Huechahué.

Edad y correlaciones

La asignación de la Formación Choiyoi al Permo - Triásico se inicia con Groeber (1929) y si bien por ciertas evidencias en la Cordillera Frontal (Caminos, 1972) y en la sierra Pintada (Criado Roque, 1972), se le asignó una edad principalmente pérmica, en particular para el Miembro Morado, su edad no está totalmente decidida.

En Rapalini (1988) hay una cita de Vilas y Valencio (1982) de una edad de 228 ± 10 Ma, mientras que Rapela et al. (1983), en muestras de la desembocadura del arroyo Rancahué, han obtenido una edad de 201 ± 10 Ma, o sea del Triásico superior - Jurásico inferior, aunque, según los últimos autores, podría ser correlacionable con la Formación Sañicó.

Mención aparte merece el estudio que Cuerda et al. (1981) han desarrollado en las cercanías de la localidad de Rahue, donde han hallado invertebrados marinos atribuidos al Jurásico inferior, en niveles asignados a la parte alta de las volcanitas de la Formación Aluminé de Turner (1965b; 1976) atribuidos en este trabajo a la Formación Choiyoi.

Leanza (1985) había en su momento consignado como errónea la atribución estratigráfica de dichos fósiles, al considerar esos asomos como propios de la Formación Chachil. Es interesante la mención de Lagorio et al. (2001) sobre la acción de contacto que han ejercido sobre la Formación Choiyoi (Formación Aluminé para dichos autores) en los alrededores de Aluminé, probables intrusivos cretácicos con la consecuente formación de hornfels hornblendíferos, datando de esta manera al metamorfismo como Cretácico.

Por último, Latorre et al. (1997) refieren una edad K/Ar de 118 ± 6 Ma de una muestra cercana a la estancia Magdalena, correspondiente a andesitas grises con fenocristales de andesina y microfenocristales de augita, que pueden interpretarse como andesitas calcoalcalinas de arco volcánico. Este dato implicaría que en esa localidad aflora una vulcanita de edad cretácica.

Sin embargo, se considera que no se justifica el cambio de la ubicación cronológica de la Formación Choiyoi (=Formación Aluminé), en especial si no se realiza un mapeo detallado en el que se muestren las relaciones de dichas vulcanitas. Siguiendo a Leanza (1985; 1992) y Leanza y Hugo (1997) se la asigna al Pérmico superior - Triásico medio.

 

Sectores de Cordón del Chachil, Sierra de Chacaico, Alumine, Rio Picún Leufú, (Cuenca Neuquina)

DISTRIBUCION AREAL

La Formación Choiyoi aflora rodeando a modo de horqueta al cerro Trapial Mahuida, apoyada sobre rocas graníticas (Complejo Plutónico del Chachil) o metamórficas (Formación Piedra Santa) y es cubierta a su vez en discordancia por la Formación Lapa o por sedimentitas marinas liásicas (Formación Sierra Chacaicó).

Conforma, asimismo, el núcleo del cerro Currú Charahuilla o Lapa, estando su prolongación austral abruptamente obliterada por la importante fractura en forma de arco que circunscribe el bloque metamórifico de la Piedra Santa, poniéndola en contacto anormal con sedimentitas mesozoicas y soportando, a su vez, a los conglomerados debase de la Formación Lapa.

A diferencia de esta última unidad, que está compuesta por una típica asociación volcánico sedimentaria, la Formación Choiyoi conforma una asociación casi exclusivamente volcánica, estando los términos epiclásticos presentes en forma muy subordinada en los 60 m basales y a los cuales se asocian con cierta frecuencia troncos de árboles silicificados.

Otro afloramiento atribuible a la Formación Choiyoi con las características litológicas descriptas se encuentra en el ángulo suroccidental de la Hoja, cubierto en discordancia por sedimentitas marinas liásicas de la Formación Piedra Pintada. Finalmente, también han sido asignados a la Formación Choiyoi pequeños asomos adosados a los granitos de la Formación Mamil Choique en el Cañadón Lonco Vaca, en el sector sur de la region aunque algunos autores los asignan a la Formación Garamilla (Nullo, 1978).

LITOLOGIA:

La Formación Choiyoi se caracteriza litológicamente por una alternancia de coladas andesítico-dacíticas y por andesitas, tobas dacíticas, tobas riodacíticas y brechas y tobas 19 líticas con textura porfírica y marcada disposición ignimbrítica. Componen a las tobas líticas; 1) cristaloclastos compuestos por cuarzo, plagioclasa y minerales máficos y 2) litoclastos constituidos por: a) pasta de andesitas con tablillas subredoendeadas de plagioclasa en una base de gránulos de mineral opaco y clorita, b) ídem anterior, pero con base de mineral opaco y clorita, c) agregados de feldespato alcalino y cuarzo, d) ídem a), pero sin base, e) tobas dacíticas con cristaloclastos de cuarzo y feldespatos en una mátrix vitroclástica.

En la sierra de Chacaicó el espesor de la Formación Choiyoi es considerablemente menor, mostrando claramente tanto su adaptación a un prerelieve, o su eliminación mediante movimientos tectónicos, lo que toma estériles las discusiones entre diferentes autores acerca del espesor real de esta unidad formacional si no se conocen sus relaciones de base y techo.

RELACIONES ESTRATIGRAFICAS: La Formación Choiyoi cubre en discordancia a la Formación Piedra Santa y al Complejo Plutónico del Chachil y es cubierta por la Formación Lapa o, cuando esta falta, por sedimentitas marinas liásicas del Grupo Cuyo.

EDAD y CORRELACIONES:

La Formación Choiyoi se atribuye, al intervalo Pérmico superior-Triásico medio, coincidiendo con la asignación efectuada a esta unidad por Tumer y Cazau (1978: 25). Tal atribución se basa en el hecho de que esta entidad se apoya sobre el Complejo Plutónico del Chachil, considerado Carbonífero superior-Pérmico inferior y es cubierta a su vez en la región austral de la Cuenca Neuquina (áreas de Piedra del Aguila, Paso Flores, etc.) por la Formación Paso Flores, que porta elementos de la Flora con Dicroidium (Triásico superior).

La Formación Choiyoi se correlaciona con la Serie Porfirítica Supratriá- sica de Lambert (1946, 1948, 1956), el Choiyolitense de Galli (1969a, 1969b), la Formación Choiyoi de Leanza y Leanza (1979) y la "Formación Aluminé" de Tumer (1965a, 1965b, 1973, cuya sinonimidad con la entidad en análisis fuera demostrada por Leanza (1992: 278).

 

 

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